"La compra o no de acciones de Aguas Santafesinas Sociedad Anónima es un tema menor y todavía no hay definición, pero sí es importante definir cómo se para la ciudad y qué obras de infraestructura vamos a pedir ya que sobre ese aspecto no hay ningún avance". Así respondió ayer el intendente Miguel Lifschitz ante la consulta de Rosario/12 y renovó las críticas acerca de que "nos convocan a participar cuando está todo cocinado" y son "muy pocas las posibilidades de los municipios de tener incidencia en las decisiones de Assa". Lifschitz dijo también que "no sólo hay que mirar hacia adelante" y que "mal se puede pensar en una nueva inversión" cuando los rosarinos y los habitantes de las otras ciudades en las que actuó Aguas Provinciales de Santa Fe "son acreedoras". "Hay que hacer un balance y determinar qué pasó en cada ciudad, en Rosario se hizo muy poco", aseguró. El municipio convocará a organizaciones técnicas y sociales, al ámbito universitario y a los bloques políticos con representación en el Concejo para analizar "todo lo que tiene que ver con el servicio de aguas y cloacas que excede la opinión de la intendencia", dijo Lifschitz.

Después de la reunión del gabinete municipal Lifschitz utilizó la misma expresión con que el secretario de Gobierno Juan Carlos Zabalza se retiró el viernes pasado de la reunión con el ministro de Obras y Servicios Públicos de la provincia Alberto Hammerly en Santa Fe. Por eso dijo: "tenemos más dudas que certezas sobre el tema" y no se refería sólo a la compra de acciones de Assa por parte del gobierno de la ciudad.

"Vamos a seguir estudiando los aspectos técnicos y jurídicos" dijo el intendente que pese a ser quien debe convivir y tener contacto permanente con el gobierno provincial- a diferencia del ahora diputado nacional Hermes Binner que ya disparó fuertes críticas en cuanto a la constitución de la nueva empresa Aguas Santafesinas Sociedad Anónima- también cuestionó la poca participación que tendrán los municipios en las decisiones de la sociedad anónima con mayoría del estado provincial.

Durante el transcurso de la semana el gobierno municipal convocará a instituciones sociales, vecinales y a los bloques del Concejo Municipal "porque todo lo relacionado con el tema" del servicio de aguas y cloacas, "requiere de una decisión que excede la opinión de la intendencia".

Para Lifschitz el motivo de preocupación es que no se hace un análisis sobre lo que "ocurrió en estos diez años de gestión de Aguas Provinciales, de lo que quedó en el debe y en el haber y que surge cuando se hace un balance de esa administración y gestión". Para abundar un poco más en que la trayectoria de Aguas Provinciales y todo lo que no hizo no pueden no tener registro Miguel Lifschitz dijo que "miramos para adelante pero habría que ver en qué situación quedamos en ciudades como la nuestra en la que se concretó muy poco y cuál es el punto de partida de Assa en relación con Rosario".

El intendente marcó que la actuación de Aguas Provinciales no fue la misma en las quince ciudades cubiertas por la concesión e insistió en que "para los rosarinos hubo muy poco". También recordó el aporte "con una imputación específica que los habitantes de la ciudad hicimos con el pago de los servicios, ese 13,85%, una cifra muy importante que puede estar en los 50 o 60 millones de pesos y que no fueron utilizados para hacer todas las obras que se necesitan y a las que la empresa se comprometió. Hay que analizar cuál es la deuda para cada ciudad porque probablemente no estamos todos los municipios en el mismo punto".

El intendente siguió en la tónica en que se expresó Zabalza el viernes pasado mientras él participó del Foro de Intendentes por la Inclusión Social en el marco del Foro Social Mundial que terminó ayer en Venezuela. La crítica más fuerte es que "nos convocan a participar cuando está todo 'cocinado', definido el marco de actuación y son muy escasas las posibilidades de los municipios de tener algún grado de incidencia en las decisiones de Assa". Es que Lifschitz miró la constitución del directorio que tendrá cinco miembros: tres designados por la provincia, uno por los trabajadores y uno por los municipios, mientras que en el área de la sindicatura, explicó, uno estará por la provincia y otro de manera conjunta por los trabajadores y los municipios "con lo cual la capacidad de decisión de las distintas ciudades representadas será mínima y por lo tanto la representación será una simple formalidad".

El intendente de Rosario insistió en que es difícil hacer "una inversión adicional cuando las quince ciudades y sus habitantes son acreedores de Aguas Provinciales y de la empresa que será su continuidad. Mal podríamos pensar en una nueva inversión", aseguró Lifschtiz aunque admitió que la propuesta de comprar acciones "se sigue estudiando, pero no hay definición".