A sólo tres semanas de vencer el contrato entre el municipio y el relleno sanitario de Ricardone donde se depositan las 800 toneladas diarias de basura que produce la ciudad, el Ejecutivo solicitó al Concejo el aval para suscribir un nuevo convenio por cuatro años, con opción a una prórroga por dos más. "Ha sido una constante de esta administración, ante cada contrato de concesión que se vence nunca actuaron con previsión, siempre se llega sobre la hora", denunció el radical Jorge Boasso quien se excusó de adelantar su voto. "No es serio, suena sospechoso", apuntó el kirchnerista Arturo Gandolla. Más allá de los reparos opositores, el oficialismo ideó una estrategia administrativa que le permitirá conseguir la aprobación del mensaje de la intendencia: incluyó en el mismo proyecto un convenio con la Secretaría de Ambiente de la Nación para que el gobierno nacional licite antes de fin de año la construcción de una planta integral de tratamiento de residuos en el extremo oeste de Rosario (Presidente Perón al 8900), mediante una inversión cercana a los 10 millones de pesos.

Ayer, en las comisiones de Servicios Públicos y Ecología los mensajes del intendente tuvieron despacho favorable. Hoy será el turno de la Comisión de Gobierno, con mayoría opositora y con final abierto en su votación ya que parte del arco opositor ya planteó reparos al nuevo convenio con la firma Resicom de la localidad de Ricardone, mediante el cual la ciudad seguirá depositando su basura los próximos cuatro años, con opción a una prórroga de otros dos.

"Hace siete años que el intendente sabía que el contrato con Resicom vencía el 31 de diciembre de 2010 y recién a comienzos de diciembre nos manda el mensaje con el nuevo contrato. No es serio", planteó Gandolla a Rosario/12, tras lo cual anticipó el rechazo "en particular" al mensaje de parte del bloque del Frente para la Victoria (FpV).

No menos crítico fue Boasso. "No recuerdo que esta administración haya presentado en tiempo y forma un solo contrato de concesión ante el Concejo, por el contrario siempre actuaron sobre la hora", recordó el edil radical y mencionó "los contratos de semaforización, de recolección de basura hace unos años y otros". De todos modos se excusó de dar su voto "por lo sensible lo que es el tema, ya que está en juego dónde ubicar la basura que se genera en la ciudad". Al respecto, desde el gobierno municipal aclararon a este diario que el de Ricardone "es el único relleno habilitado y con esa capacidad para que sea utilizado por el municipio" en el sur provincial.

Pese a las objeciones opositoras, en los pasillos del Palacio Vasallo los operadores oficialistas descontaban la aprobación del mensaje del Ejecutivo por estar incluido con el convenio suscripto con la Nación para construir una planta de tratamiento en zona oeste.

Esa obra surgió dentro de las gestiones que el municipio inició con el gobierno nacional y el Banco Mundial en 2006 y que tuvieron como resultado financiamiento federal.

La planta está prevista para el predio municipal de Gallino y las vías del ferrocarril. Desde la Secretaría de Servicios Públicos de la municipalidad destacaron que de concretarse su emplazamiento "será la planta más importante del país en su tipo ya que permitirá separar la materia orgánica de la inorgánica a razón de 200 toneladas diarias, con capacidad de recupero superior al 60 por ciento".