El intendente Miguel Lifschitz descartó ayer presentarse nuevamente como candidato a la intendencia de Rosario para 2011. Luego de que la semana pasada el gobernador Hermes Binner manifestara su deseo de que Lifschitz continúe al frente del municipio, ayer el intendente cerró las puertas a una posible re-reelección. "Valoro esa opinión del gobernador y amigo, pero yo lo dije muchas veces y ya tengo una decisión tomada. A mi me encanta el trabajo de intendente y lo podría hacer durante muchos años más, pero no se trata de un gusto personal, sino de una decisión tomada", argumentó. Al mismo tiempo, aseguró que el año que viene "seguramente" lo encontrará en una "tarea de relevancia", y dejó abierta la posibilidad tanto en la ciudad, como en la provincia y la nación. "No lo tengo decidido", aseguró. Además, disparó contra la Nación en respaldo a Binner.

Para Lifschitz, "ocho años de gestión es un buen tiempo". Con esas palabras aseguró que no se postulará por un tercer mandato en la ciudad. Si bien no quiso confirmar que se trate de una decisión irreversible, aseguró que todavía no apareció nada que lo hiciera cambiar de opinión.

En ese sentido, consideró que "siempre es necesaria una renovación de los equipos, de la gente y de la impronta". Por eso, aseguró: "Ya hace tiempo he tomado la determinación de no ir por un tercer período en la gestión municipal". "Todavía no hay nada que me haya hecho cambiar de opinión", lanzó.

Al ser consultado sobre qué planes tiene para 2011, el mandatario indicó: "El capital político que uno ha acumulado, la experiencia, los vínculos, los contactos y todo lo que significa haber gestionado la ciudad de Rosario durante estos años me habilitarán para seguir colaborando y participando en alguna tarea, seguramente de relevancia, en la política rosarina, santafesina o en la nacional. No tengo una definición tomada", dijo, y dejó abiertas las posibilidades, sin adelantar preferencias.

En ese sentido, sostuvo que en 2011 "hay que trabajar mucho porque es el último año de esta gestión". Y aseguró: "Tengo muchos proyectos en marcha: obras de cloacas, de pavimento, que tienen que estar terminadas el año próximo porque los partidos hay que jugarlos hasta el último minuto".

Por otra parte, el intendente apoyó las declaraciones del gobernador Binner sobre la situación habitacional en Rosario y la provincia. "Tenemos una política activa en materia de viviendas a pesar de no tener apoyo nacional como en la ciudad de Buenos Aires. Hemos desarrollado el Rosario Hábitat que solucionó la situación de más de siete mil familias, aunque no tengamos todos los recursos".

Lifschitz disparó directamente contra el gobierno nacional: "Muchas veces reconocí el aporte que tuvimos de parte del Gobierno Nacional en otras obras y proyectos; pero, debo decir que en el tema de viviendas hemos avanzado muy poco. La Nación está en deuda con Santa Fe y con Rosario. En estos ocho años de gestión nacional, primero con (Néstor) Kirchner, y ahora con la presidenta Cristina Fernández, debiéramos haber tenido no menos de cinco o seis mil viviendas sociales, y la verdad que creo que no llegaron a ser 500 o 600".