El precandidato a gobernador por el socialismo, Rubén Giustiniani, adelantó que la semana que viene dará a conocer a su compañero de fórmula con la que irá a las internas contra Antonio Bonfatti, el elegido de Hermes Binner. "Tenemos buena intención de voto", se entusiasmó el senador nacional. Por su parte, el precandidato a intendente, Miguel Zamarini, descartó bajar su candidatura si Miguel Lifschitz se presenta por a la re-reelección: "Si tenemos que competir, competiremos", dijo ante un grupo de vecinos que se acercó ayer a la tarde a la esquina de Córdoba y Corrientes para brindarles su apoyo.

Ambos precandidatos socialistas se instalaron en la esquina de Córdoba y Corrientes para hablar con transeúntes ocasionales. Mientras un grupo de mujeres mayores le pedían que las acompañara en una foto en medio de la peatonal, Giustiniani se manifestó "optimista" para las internas del 22 de mayo. "El que gane va a tener el apoyo de todos", dentro del Frente Progresista, Cívico y Social.

Al ser consultado sobre si la disputa de candidaturas dentro del socialismo puede hacer perder las elecciones en Rosario y la provincia, Giustianiani aseguró: "Uno siempre sale a ganar, pero lo bueno de la democracia es que la decisión la tiene la ciudadanía: son las reglas del juego. Es un buen momento del Frente y el socialismo en toda la provincia".

Además, dijo poco convencido que "no" le preocupa perder contra Bonfatti, señaló que "siempre hay especulaciones, pero tenemos buena intención de voto. Es como un partido de tenis: hay que ir ganando semana a semana, cada set".

Giustiniani adelantó que su compañero de fórmula "va a ser de otro color político, dentro del Frente Progresista. Será complemento entre fuerzas diversas y desde otro lugar de la provincia, para integrar realidades territoriales y sociales". Y lo anunciará la semana próxima.

A pocos pasos, el aspirante a la intendencia rosarina reconoció que "todos son muy buenos candidatos". Sobre la posibilidad todavía abierta de que Lifschitz se presente para un tercer mandato, Zamarini dijo: "El mismo dice todo el tiempo que está cansado de la gestión, que ve la necesidad de una renovación" y recordó que "cuando Binner fue dos veces intendente se pedía un cambio, por eso Lifsctitz fue el candidato que apoyamos".

"Si efectivamente se va a presentar, lo anunciará. Nosotros no estamos inscribiendo la candidatura por si se presenta o no; sino porque tenemos convicción y una mirada distinta, aún dentro del mismo partido", enfatizó el actual presidente del Concejo Municipal de Rosario.

Sobre los otros candidatos a la intendencia dijo: "(Oscar) Lamberto es un compañero de hace casi 50 años; y competiremos los dos con quien Lifschitz ofrezca. Ahora, si él mismo va a ser el candidato, tendrá que comunicarlo".

En ese sentido, aseguró que no se bajará de la candidatura: "Yo soy parte de una corriente que arrancó con compromiso y responsabilidad. Tengo que cumplir con quienes me propusieron".

Aunque entendió que es "difícil", no cerró del todo las puertas del acuerdo para evitar las internas a una semana para el cierre de listas. "Hasta el 21 de febrero hay posibilidad de entendimiento, pero el que quiere dialogar y entenderse lo tiene que hacer saber. El diálogo es una de las fortalezas del partido socialista. Todos reclaman sus derechos, pero hay que ceder posiciones para acordar", explicó.

Para Zamarini, "no hay dudas" de que el partido está por sobre las personas. "Con Rubén, somos parte de una corriente dentro del partido, y queremos que sea la gente la que elija la candidatura". "Yo salto sin red; no hay un plan B para Zamarini. Si no llego (a ganar), no estoy preparando la rueda de auxilio", concluyó.