"Hay delitos donde se aprovechan de menores por ser impunes o porque no hay lugares donde tratarlos. Está claro que detrás de cada menor que comete un delito hay un mayor que lo induce en pos de intereses", dijo el sacerdote Edgardo Montaldo consultado por Rosario/12 sobre su punto de vista por el asesinato del joven Leandro Zini de 21 años cometido por un adolescente de 15 años en acción de un robo con un puntazo frente a la casa de la víctima en la zona oeste de Rosario. La familia, vecinos y amigos organizaron una marcha que fue inédita en la cantidad de participantes. Recorrió varias cuadras del Barrio Industrial pidiendo por mas seguridad y justicia. Días pasados hubo otra marcha numerosa y ahora -con familiares de otras víctimas- organizan una nueva concentración en el centro de Rosario para el mes que viene.

Es evidente que la violencia urbana crece o es más tangible. La susceptibilidad humana se transforma en irracional y se muestra en la peor de las expresiones. El desprecio a la vida aumenta mientras los valores y sueños se devalúan.

El Secretario de Seguridad de la Provincia mostró preocupación por el aumento de los delitos cometidos por menores. Mientras que la bronca y el rencor corren por las calles del barrio. Ante casos como éstos resuenan las voces pidiendo mano dura, cárcel y la baja de la edad de imputabilidad como receta absoluta y mágica al problema.

La modificación al Código Penal se está tratando en el Congreso de la Nación y todo indica que sería aprobada la posibilidad de condenar y quitar la libertad a un adolescente de 14 o 15 años según el delito cometido.

"La muerte de Leandro y de cualquier pibe nos deja a todos desconcertados. Más que lo hemos visto crecer y jugar en el Don Bosco. El tema está en la otra figura, la del joven que comete el delito", apuntó Montaldo y resalta que "está claro que los pibes son víctimas. No sólo por vivir en la pobreza y carencias conocidas sino por el automaltrato que se ve en las calles del barrio. La droga, el alcohol y la exclusión los mata. A tal punto que hace poco tiempo tuvimos dos suicidios, un adolescente de 16 y otro de 18 años. Uno se ahorcó y otro usó un arma para darle fin a su vida. ¿Hasta donde hay que llegar?", se pregunta el Padre Montaldo agarrándose la cabeza y con un tono de mucha pena y preocupación.

El sacerdote dice que cuando "un chico que cae en una situación desgraciada no hay lugares. Hay deficiencias y falta de políticas de contención, crecimiento y prevención" y criticó a quienes ocupan cargos ejecutivos: "A distintas epidemias desde Obama hasta Cristina le han encontrado alguna solución pero a ésta enfermedad que es la droga acompañada de pobreza, no le encuentran cause".

Montaldo esperó la entrevista con un escrito de su propia autoría en manuscrito: El monopolio de poder corre por una vía excluyente y acordada. Obstaculiza cualquier actividad que no tenga origen en ese poder monopolizador. Acepta como natural la violencia institucional. La descalificación e invisibilización de años de trabajo y maltrata trabajadores y trabajadoras.

-¿Hace 40 años que recorre el barrio. Cuál es el problema que subsiste y usted destaca como clave?

-Antes había una pobreza que todos tenían como horizonte salir y superarse. Ahora hay necesidades que se multiplicaron muchísimo. Hay nuevas epidemias que surgieron y que van teniendo mas poder en todos lados y por momentos parecen inmanejables. Por eso se necesitan militantes y profesionales en cada lado para aportar orientación y contención al prójimo.

-Los políticos están armando la agenda para los próximos cuatro años. ¿Cuáles son las deudas pendientes?

-Hay muchas ausencias. Tienen que hacerse presente. Necesitamos que estén con nosotros-dice el padre Montaldo, y cuenta que en la Fundación tienen una costumbre para no beneficiar a los políticos en campaña y reciben a los que ganaron "a tomar mates" para que se comprometan a cumplir con programas para contener e incluir a los vecinos. No está tan presente en apoyar lo que se genera en el barrio. Destaca y valora el proyecto de la orquesta sinfónica del Barrio Ludueña. Resalta la contención social del proyecto y apunta con una crítica a la sustentabilidad de los proyecto dando el ejemplo de la Orquesta que existe gracias a los votos del Presupuesto Participativo y dinero alcanza sólo para ocho meses del año y que el resto los pibes quedan de vacaciones o a la deriva. Confiesa que después de hacerle el pedido personal al Intendente dispusieron una partida para que el proyecto culmine el año.

-El padre (Tomás) Sandrián decía que los menores derivados a su hogar tenían que recibir educación y no un castigo porque esto último no le corresponde. ¿Cuál es su análisis sobre ésta situación?

-Comparto con Tomás. La clave es la educación. La inserción. Hay que encontrar a los adultos que están atrás de los menores. Estamos llegando a un nivel de locura que todos los días buscamos algo nuevo de como defendernos de ellos, o sea alejarnos de los menores y es todo lo contrario; de esa manera nos alejamos.

El Padre Montaldo hace hincapié en la necesidad de reflexionar y buscar la inclusión con un trabajo diario en todos lados.

No ve una solución en la implementación de las cámaras de seguridad ni el incremento de policías en las calles.

-¿Cuál es el lugar que ocupan los jóvenes. Por qué entiende que adolescente es víctima?

-Acá los victimarios también son víctimas y nadie puede discutirlo cuando vemos a un pibe que vive sumergido en el pobreza y la inaccesibilidad de todo. El problema comienza antes porque su madre tampoco tuvo nada. Ni siquiera educación, por eso tienen razón Tomás.

El cura dice que "es necesario que entre todos nos unamos para atacar los focos organizados que están en todos los barrios. Las casas de aguante existen en todos lados".

Y reclama que "hay que llegar a esa igualdad de la que tanto se predica pero poco se ve. Hay que estar atentos a lo que pasó en Jujuy por el sobrepoder que tienen algunos como empresas del tipo de Ledesma por otro lado incentivar algunos parchecitos como la Asignación Universal por Hijo. Digo parchecito porque a eso hay que acompañarlo con muchisimas carencias que tienen algunos sectores".

Consultado sobre el papel que juegan los medios respecto de la sensación de seguridad de la gente; Montaldo responde rescatando el caso de Pocho Lepratti (asesinado en diciembre del 2001 por la policía) y dice que hoy Pocho es conocido internacionalmente por lo trágico de su muerte. "Y esa forma se repite todo el tiempo y muchas veces los medios confunden la información con saturación, aparecen en la pantalla hechos que no se traducen a lo cotidiano. No se vive de esa manera", concluye.