El intendente Miguel Lifchitz y la secretaria de Servicios Públicos de la municipalidad, Clara García, desestimaron ayer por completo la posibilidad de evaluar un aumento de la tarifa del servicio de taxi, como reclamó una de las cámaras del sector. Lifschitz aseguró que esa opción "no está siquiera en estudio" en el Palacio de los Leones, aunque después se excusó de descartar un aumento tarifario para lo que resta del año "en un país donde hay inflación y donde hay muchas variables que escapan al municipio". García señaló que el planteo hecho por el presidente de la Cámara de Titulares Taxis de Rosario (Catiltar), José Tornambé, no tiene asidero "porque no hay aumentos de costos sustanciales". Mientras tanto el titular del bloque de concejales del Frente para la Victoria, Arturo Gandolla, calificó de "disparatado" el análisis de Tornambé para justificar su opinión acerca de que será necesario retocar la tarifa.

"La argumentación es disparatada, es algo así como lo que se decía el año pasado en cuanto a que como era barato cualquiera podía tomar taxi, entonces había que aumentarlo", dijo Gandolla cuando Rosario/12 le consultó por las declaraciones del presidente de la Catiltar, José Tornambé relacionadas con la necesidad de retocar el valor de la tarifa de taxis. Segun el concejal del FV el aumento de los servicios públicos tienen que ver con las variables que componen el costo del servicio "pero no hubo aumento del gasoil o de la nafta. Es preocupante la línea argumental para salir a hablar de un aumento de tarifa".

El presidente de la Cámara de Titulares de Taxis de Rosario José Tornambé había adelantado en diálogo con Rosario/12 la intención del sector de los dueños de taxis que él lidera de retocar la tarifa del servicio. Argumentó que a partir del aumento del precio del boleto del transporte urbano de pasajeros -que entrará en vigencia el próximo lunes 17-, para el usuario será más conveniente tomar un taxi entre cuatro personas, habrá mayor demanda, faltarán taxis y se planteará entonces aumentar el número de licencias "y eso nos perjudica", aseguró.

La secretaria de Servicios Públicos expresó ayer que no está en consideración el aumento de la tarifa de taxis y aseguró que bajo ningún punto de vista se piensa en "una recomposición" tarifaria. La funcionaria municipal señaló "que no hay aumentos de costos sustanciales que justifiquen pensar en una nueva tarifa y el tema no está en estudios" y además señaló que a ella nadie le planteó el tema "ni formal ni informalmente".

Tanto Gandolla como García recordaron que la tarifa de taxis aumentó hace siete meses atrás y el 19 de septiembre de 2005 entró en vigencia el incremento del 25 por ciento. Ese aumento puso la bajada de bandera en los taxis a $1,80 y en los remises a $ 2.20 y llevó a 9 y 11 centavos respectivamente el valor de la ficha.

Durante la presentación de las nuevas unidades de la Semtur (ver aparte), el jefe comunal descartó que el municipio avale un nuevo aumento de la bajada de bandera. Sin embargo, ante una consulta periodística, se excusó de descartar esa posibilidad para lo que resta del año. "Es muy difícil (prometerlo) en un país donde hay inflación y no se sabe cuánto subirán los precios", planteó el intendente.

Mientras tanto, desde el Sindicato de Peones de Taxis, el secretario administrativo Eduardo Armingiardi y el tesorero Ricardo Vidal dijeron que la negociación paritaria se realiza "muy lentamente" y se trata de abordar varios puntos, entre ellos el acuerdo para que cada vez que se apruebe un aumento en la bajada de bandera y en las fichas, ese incremento se traduzca en los básicos de los choferes.