[HTML]Más de una treintena de diseñadores, artesanos, fabricantes y confeccionistas de la ciudad se presentaron esta semana en la 1ª Muestra de Emprendimientos de Vestimenta y Calzado "Rosario Emprende". La exposición y desfile, que tuvo lugar en el Centro de la Juventud el jueves pasado, es el resultado de casi dos años de trabajo del Programa de Vestimenta y Calzado de la Secretaría de Promoción Social de la Municipalidad.

"El año pasado la Secretaría de Promoción Social implementó este programa con el objetivo de asistir a personas o grupos interesadas en producir dentro del área textil, así como de marroquinería y calzado --explicó Pedro Pavicich, titular del área. A la convocatoria respondió no sólo gente deseosa de incursionar en el rubro sino personas con mucha experiencia que durante la crisis de la década del 90 había visto sucumbir su negocio".

El programa, además de servir de plataforma institucional, tuvo como principal objetivo el de capacitar a los emprendedores en distintas áreas, según cada necesidad: desde el diseño, pasando por la confección hasta la búsqueda de su propia imagen empresarial.

"Acá hay de todo, gente con 15 o 20 años de trayectoria y gente que recién empieza. Aunque la muestra está integrada por apenas 30 expositores, nosotros tenemos registrados más de 500 --explica Daniel Destito, a cargo del programa--. Lo que hicimos para esta muestra es seleccionar las iniciativas que por su nivel de desarrollo productivo, calidad y valor agregado, merecen estar aquí".

Con el apoyo del Instituto de Diseño de la Cámara de Industria de la Vestimenta, la municipalidad intenta implementar acciones concretas para que los emprendedores mejoren y sostengan su producción.

"Nosotros apuntamos a que los productos tengan un importante valor agregado. Nuestro objetivo no es que los emprendimientos compitan con la producción a gran escala, ya que en ese caso seguramente estarían destinados al fracaso. Pretendemos que estos productos se hagan un lugar en el mercado porque son especiales", agrega Destito.

En este sentido, dentro de la muestra hay de todo: desde vestidos de fiesta bordados a mano, sandalias tejidas al crochet con hilo de seda, remeras con estampería exclusiva, prendas de cuero a medida y zapatos artesanales.

"Nosotros trabajamos en cuero desde hace 25 años. Somos gente de oficio --cuenta Sergio Gorosito, de Serhú, ropa en cuero--. Trabajamos siempre en grandes firmas que después por uno u otro motivo cerraron y nosotros no teníamos la suficiente iniciativa como para empezar nuestro propio emprendimiento. Sabíamos hacer nuestro trabajo pero no cómo venderlo. El programa nos ayudó mucho en este sentido".

El caso de Néstor Neyret y Alejandra Guerra es bien distinto. "Somos diseñadores de indumentaria --cuentan--. Recién recibidos trabajamos un poco acá, un poco allá, nunca más de dos o tres meses. Nos cansamos de esas humillaciones y decidimos empezar a ser nuestros propios patrones". Así empezó Britaña, una línea de ropa joven que ya se vende en media docena de locales céntricos.

Ropa de bebé, tejidos, carteras; todo apuntando a un plusvalor vinculado al diseño y a la calidad.

Como el que aporta Miguel Larrubia, que con más de dos décadas en el ramo, supo trabajar para la extinta firma rosarina de calzado L'epoque. "Con mi mujer se nos ocurrió hacer estas sandalias tejidas, que en el ramo calzado no existe. Me animaría a más, no creo que en el mundo exista un producto como este, creemos que ese es nuestro punto fuerte". Algo similar a lo que ocurre con Jorge Siri y su línea de carteras, Cardal. "Hace veinte años que diseño y confecciono carteras, mochilas, bolsos. En el año 84 teníamos un gran taller que se sostuvo con altibajos hasta el 2000. Ahí caímos como la mayoría de las pequeñas empresas del país. Hoy, gracias a la municipalidad, estamos resurgiendo".

Cumplidos los objetivos de la muestra los exponentes organizaron un desfile del que participaron chicos y grandes, modelos y expositores.