Viernes, 26 de mayo de 2006 | Hoy
CIUDAD › "SI QUEREMOS UNA CIUDAD MEJOR, NO HAY TIEMPO QUE PERDER"
El intendente admitió públicamente por primera vez su deseo de
continuar al frente del Palacio de los Leones. "¿Podemos usar este
tiempo para hacer todo lo que todavía no hemos logrado?", se preguntó.
Por Claudio Socolsky
Con un acto llevado a cabo en la Plaza 25 de Mayo, Rosario conmemoró ayer el 196º aniversario de la Revolución de 1810. El intendente Miguel Lifschitz rompió los moldes habituales e instaló públicamente el deseo de continuar al frente del Palacio de los Leones. Lifschitz precisó que "es el momento de pegar un salto hacia el futuro y de recuperar el tiempo perdido", para luego hacer referencias puntuales hacia el 2010, cuando se celebre el Bicentenario y a la autonomía municipal. Después del acto, las autoridades presenciaron el Tedeum en La Catedral, donde José Luis Mollaghan, ofreció su primera homilía como arzobispo de Rosario.
El intendente, acompañado por los miembros de su gabinete, y junto al diputado nacional socialista, Hermes Binner, invitó a las autoridades del acto a tomar café y degustar unos pastelitos, antes de cruzar hacia la Plaza 25 de Mayo. Luego de realizar unas ofrendas, Lifschitz realizó un discurso, que pasó rápidamente de una breve referencia a los comienzos de la ciudad, para instalar los ejes fundamentales de su alocución: el Bicentenario de la Revolución de Mayo y la autonomía municipal.
El titular del Ejecutivo municipal dijo en una parte de su discurso que "nos quedan 4 años, 1461 días para que en una jornada, igual a la de hoy, estemos reunidos conmemorando el Bicentenario de la Argentina".
"¿Podemos usar ese tiempo para hacer todo lo que todavía no hemos logrado, todo lo que hemos imaginado, y aún algo más? ¿Podemos hacer una ciudad grande, no sólo por su tamaño, sino por las esperanzas y las ilusiones que despierte entre sus habitantes? ¿Podremos dar por concluido el tiempo de las discusiones estériles, de la confrontación sin ideas y de la política del corto plazo? ¿Seremos capaces de desterrar la costumbre de mirar la historia como espectadores, encontrando siempre explicaciones a nuestras frustraciones e impotencias? ¿Es verdad que hemos recuperado esa capacidad que tienen los pueblos para transformar las realidades, para cambiar el destino de las cosas? Somos muchos los que respondemos con un sí", señaló.
En otra parte de su discurso, el intendente indicó que "somos muchos los que deseamos fervientemente recorrer un camino distinto, de construcción y de avance, de sólida multiplicación. Vamos a festejar los 200 años siendo una ciudad atractiva y sorprendente. La ciudad de los grandes parques y el río, con más costas para la gente; una ciudad más hospitalaria y más cuidada. Con las obras que necesita, para que todos sean ciudadanos de primera, una ciudad que siempre invitó a soñar".
El jefe del Ejecutivo municipal, en otro tramo de su discurso, realizó un pedido a los rosarinos, al decir que "quiero aprovechar este día para invitar a todos los que se sientan comprometidos con nuestro destino común, con nuestra comunidad, cualquier sea su idea política, su credo, su origen o su condición social a construir juntos, con fuerza y entusiasmo la ciudad con la que vamos a recibir el 25 de Mayo de 2010".
Luego, Lifschitz mencionó el tema de la autonomía municipal. El intendente dijo que "más tarde o más temprano, los que deciden en esta provincia deberán entender que la autonomía es un derecho de las ciudades y de los ciudadanos; y no se puede privar a los santafesinos de la posibilidades de ensanchar las fronteras de las democracias locales".
Finalmente, Lifschitz indicó: "Si queremos una ciudad mejor, no hay tiempo que perder. Esta es una convocatoria al compromiso ciudadano, a construir una red de rosarinos por Rosario. Cabildos abiertos, donde el pueblo pueda hablar y expresarse; construyendo juntos la mejor ciudad".
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