Con llamativa celeridad, el gobernador Jorge Obeid resolvió desplazar al titular de la Dirección Provincial de la Tercera Edad, Osvaldo Ortolani y a la directora del geriátrico ubicado en Provincias Unidas y Perón, Graciela Silvero a raíz del revuelo generado tras la publicación de unas fotografías en las que la ahora removida ex funcionaria aparecía festejando su cumpleaños en el asilo junto a un stripper. Junto a la polémica desatada por la curiosa celebración realizada el 10 de febrero a la tarde mientras los abuelos dormían la siesta, algunos empleados denunciaron, anónimamente, significativas irregularidades: falta de higiene, ambientes fríos por la deficiente calefacción y virtual abandono de los ancianos. Silvero negó las imputaciones y relativizó lo ocurrido en el verano: "Fue una fiesta sorpresa que me armaron, no quise ser una corta mambo", se defendió. Para Ortolani "algo raro hay detrás de esta situación, es parte de una interna que desconozco".

Las dos fotos de la polémica las publicó en su edición de ayer el diario La Capital: en una de ellas aparece Silvero montada sobre el desnudista a metros de una mesa con envases de cerveza. Ilustraban una nota en las que además se denunciaba, de manera anónima, las falencias estructurales del geriátrico ubicado en el extremo oeste de la ciudad.

Fueron tomadas durante la celebración del cumpleaños de Silvero el 10 de febrero pasado entre las 13 y las 15, mientras los abuelos dormían la siesta. En declaraciones a LT8, Silvero relató: "Estábamos todos los empleados, también los que estaban de licencia y parte médico, de golpe se oscurece todo y cuando entra el stripper me dicen este es tu regalo de cumpleaños. No estábamos infringiendo la ley en cuanto a traer a alguien, pero tampoco era que estábamos involucrando a los abuelos dentro de lo mismo, ni los obligué a participar, a nadie se obligó a participar de nada", aclaró la directora desplazada.

Silvero reconoció que la modalidad del festejo "pudo haber sido un error. Yo tomé esto como cuando alguien te hace (un regalo de sorpresa) y vos no le querés cortar el mambo, podría haber sido en mi casa obviamente pero yo no lo decidí así. Comimos unos sandwiches, había una torta y soplamos las velitas, me entendés todo de onda, ahora de acá en más, que alguien haya tomado todo eso para realizar otra cosa, es distinto", aseveró.

La ahora removida funcionaria negó las acusaciones sobre el mal funcionamiento del geriátrico. "Tenemos algunos problemas por la falta de presupuesto. Por ejemplo tenemos que racionalizar el uso del gas porque la factura era muy abultada, pero no hay maltrato ni abandono", argumentó.

Con inusual rapidez, a primera hora de la mañana de ayer, el gobernador Jorge Obeid se comunicó con el secretario de Promoción Comunitaria, Juan Carlos Forconi y le ordenó que reemplazara a Silvero a través de un interventor (a designar) y que le pidiera la renuncia a Ortolani.

En diálogo con Rosario/12, Ortolani aclaró que en realidad "desde que asumí, en diciembre del 2003 mi renuncia estaba a disposición del gobernador. (Ayer) me llamó Forconi, me dijo que el gobierno creía conveniente que no permaneciera en el cargo y le conteste que no había nada que discutir, que me volvía a mi casa".

Ortolani remarcó que durante el año en curso estuvo "cinco o seis veces en el geriátrico y nadie, ni los abuelos ni los empleados denunciaron que había mala atención. Se trata de un institución que tiene unos 80 años, con algunas falencias estructurales pero que se estaba sosteniendo con el aporte de la cooperadora y el esfuerzo de todos".

Para Ortolani "acá se mezclan varias cuestiones. Por un lado está el funcionamiento del lugar, que a mi entender no era malo. Después está el festejo, que no me pareció bien pero, y esto lo digo como ciudadano no como funcionario, es llamativo que recién ahora trascienda cuando ocurrió hace tres meses. Acá hay una interna (gremial) que desconozco. Si con la cabeza de Ortolani todos se quedan tranquilos, bueno, que se queden tranquilos, yo me vuelvo a mi casa".