Un proyecto del intendente Martín Balbarrey para convertir en un mega shopping la vieja estación francesa del Ferrocarril Belgrano en el bulevar Gálvez ﷓abandonada hace más de diez años como rémora de los tiempos del 'ramal que para, ramal que cierra'﷓ ya se perfila como otro escándalo político. "Lo vamos a hacer le guste a quien le guste. El que esté de acuerdo que acompañe, y el que no esté de acuerdo, se la tiene que aguantar", se despachó el jefe municipal en una arenga pública contra el Foro para el Desarrollo de Santa Fe que agrupa a una decena de entidades (como la Universidad del Litoral, los colegios de Abogados y Arquitectos y las dos facultades de Arquitectura) y que solo le había pedido una prórroga de 30 días para la presentación de propuestas de reciclaje del edificio que se licitará el 27 de julio. Balbarrey dijo que ya tiene la promesa del presidente Néstor Kirchner para solventar la obra con fondos del gobierno nacional que en los últimos meses financió casi todas las obras públicas de la capital santafesina, hasta la construcción del circuito callejero donde se corrió la carrera de TC2000. "Vamos y peleamos paso a paso, plata por plata, y así conseguimos 50 millones de pesos para la ciudad de Santa Fe", reveló el intendente. El presupuesto del municipio apenas supera los 100 millones.

La airada reacción de Balbarrey ante las críticas del Foro para el Desarrollo generó una rápida respuesta en el Concejo Municipal, donde oficialistas y opositores coincidieron en cuestionar al intendente. "Se le salió la cadena", chicaneó la concejal socialista Marta Fassino. "Tiene una enorme incapacidad para generar consensos", opinó el radical Carlos Pereira, en un tono más cauteloso. Pero el más duro fue el concejal justicialista Nicolás Piazza, quien advirtió sobre la intentona de Balbarrey. "Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada, decía Perón. Si el proyecto respeta las normas urbanas lo vamos a acompañar, pero no queremos es encontrarnos con un caballo de Troya", dijo el ex secretario privado del gobernador Jorge Obeid. Y explicó porqué: "En el anteproyecto hay una superficie de 10 mil metros cuadrados para una especie de supermercado de venta de materiales de construcción envasados. Nosotros dimos la voz de alerta, porque consideramos que el mercado local está lo suficientemente abastecido como para que encima introduzcamos un nuevo desequilibrio con un emprendimiento comercial", agregó.

Sin embargo, Balbarrey pasó por alto las reservas de los concejales de su propio partido. Y hasta amenazó: "Al proyecto (para convertir la vieja estación ferroviaria en un gran complejo comercial) lo vamos a llevar adelante le guste o no a esos sectores", dijo en obvia referencia al Foro para el Desarrollo. "Hace más de 10 años que se viene discutiendo el destino de la estación Belgrano. Me parece que los tiempos se terminan. Pedir más tiempo, después de 10 años, es una exageración. Hoy la estación es una vergüenza para los santafesinos y tiene que ser un orgullo, pero para eso hay que repararla, restaurarla y garantizar que no se caiga", insistió el intendente. El reciclaje del edificio será licitado por el Organismo Nacional Administrador Bienes del Estado (Onabe) el 27 de julio.

"Uno puede hacer propuestas y nuestra propuesta más importante es garantizar la conservación del edificio. Por eso vamos a desarrollar un proyecto comercial que permita sostener la inversión", explicó Balbarrey. "Se tiene que entender que uno no puede decir lo que quiere sin pensar en el oferente que tiene que hacer la inversión. Por eso el Onabe trata de conciliar los intereses de los santafesinos, que defendemos a rajatabla la estación y la posibilidad de que la ecuación económica cierre para que pueda haber inversores. Si no, vamos a tener una excelente propuesta desde el punto de vista arquitectónico pero la licitación va a quedar desierta, porque no le va a interesar a los que tienen que poner la plata", argumentó.

Balbarrey recordó su encuentro con Kirchner cuando éste le prometió financiar la obra. "Le dije: `Presidente, estamos cansados de lidiar, queremos recuperar la estación del Ferrocarril Belgrano porque si no se va a caer'. Y él Presidente llamó al Onabe y le dio instrucciones para que lleve adelante la licitación".

"Luego de tantos años, llegar a la licitación para reciclar el edificio es una buena noticia. Lo que hay que hacer es licitar ya. Entonces, yo les digo a los que ponen palos en la rueda o le buscan la quinta pata al gato: 'Señores, se terminaron las palabras. Vamos a las obras, vamos a la licitación. El que habló, habló, y el que no habló que se calle. Porque si no, esta es una ciudad que vive de las discusiones y muchos de los que aplauden lo que se hace en otras ciudades son los primeros que se oponen a lo que se hace en Santa Fe", concluyó Balbarrey.