"Lo que las personas con discapacidad no podemos hacer ya se sabe, nos interesó mostrar todo lo que sí podemos hacer", contó Maximiliano Marc, que es el impulsor de la ley de perros guías para ciegos. Y vaya si pudieron, en sólo tres años, cambiar la mentalidad: en 2011, el chofer de un ómnibus quiso bajarlo porque iba con su perro, Bandit. En mayo de este año se consiguió la ley nacional que habilitan la compañía. Esta semana, empapelaron los negocios del centro con una oblea que dice: "Perros de asistencia, libre acceso". "Me emocioné porque no hubo un solo negocio que nos dijera que no, ni una persona que desconociera de lo que hablábamos", relató ayer. Maximiliano fue parte de la movida de más de treinta ONG, instituciones y asociaciones que trabajan en temas de discapacidad. Ayer, que se conmemoró el día internacional de personas con discapacidad, instalaron varios gazebos en la plaza Pringles. Hoy estarán en Córdoba y Sarmiento para generar conciencia sobre las buenas prácticas en el transporte público.

"Las jornadas están basadas en difundir la Convención Internacional de los Derechos de las Personas con Discapacidad. Quisimos ponerlos en acción y por eso, en la Plaza Pringles, trabajamos básicamente sobre los derechos a la autonomía, la educación, la accesibilidad, el trabajo y el empleo y el deporte", expresó Maximiliano sobre la jornada que ayer sorprendió a los transeúntes. Algunos, declinaron la posibilidad de sentir en carne propia las trabas de la ciudad para quienes transitan en silla de ruedas, con muletas o con el bastón blanco. Muchos, en cambio, aceptaron ponerse en la piel del otro.

Sobre todo, hubo espacios para mostrar aquello que las personas con discapacidad sí hacen, las identidades que exceden el rótulo, como sus prácticas deportivas, sus títulos universitarios y los emprendimientos productivos que desarrollan.