La Secretaría de Servicios Públicos municipal, en Pellegrini y Ovidio Lagos, será el epicentro hoy de una concentración de taxistas que repudiarán de esa manera las sanciones aplicadas a titulares de licencias por infracciones cometidas por sus choferes, y de paso pedirán otro aumento de tarifa y rechazarán costear la instalación obligatoria del GPS en sus coches.

"El régimen de sanciones es confiscatorio, y cada día tenemos más razón con esto que ha sucedido con dos choferes que tuvieron problemas y le suspendieron la licencia a los titulares", se quejó Francisco Báez, titular de la Asociación de Conductores de Taxis de Rosario.

El telón de fondo de este reclamo es la sanción impuesta a un titular por la irrupción de su chofer un domingo, a contramano y alcoholizado por el circuito de la Calle Recreativa. "Si el empleado mata en servicio a alguien, yo no tendría que ir preso. Hay mucho malestar por eso", dijo Báez.