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La Justicia imputó ayer a cinco personas por el secuestro extorsivo de un ciudadano de nacionalidad china, de 22 años, a quien tuvieron retenido dos días, el mes pasado, en un domicilio de Gabotto 3197. Por orden del juez Juan Carlos Curto, cuatro de ellos --tres hombres y una mujer-- deberán permanecer en prisión preventiva sin plazo, acusados como autores materiales del delito; mientras que otro hombre fue acusado como cómplice, y mantendrá un régimen de "semiprisión", ya que podrá salir del penal de 8 a 20 horas. Los imputados le habían reclamando al padre del oriental 150 mil dólares para el rescate. Durante el cautiverio, lo mantenían encerrado en una habitación, y le vendaban los ojos para ir al baño.

"Agarramos al chino", reza una de las escuchas sobre las comunicaciones interceptadas entre integrantes de la banda, capturados esta semana. Según relató la fiscal Carina Bertocci, el 18 de julio pasado, alrededor de las 22.30, cuando el joven estaba cerrando el supermercado de San Lorenzo 3737, Juan Carlos A., Julieta B. y Juan Carlos D. lo interceptaron a punta de pistola, y con golpes y amenazas le ordenaron subirse a un Peugeot 504 rojo, que conducía Marcelo A., quien dijo ser remisero.

Una vez en el auto, le taparon la cabeza y la cara con una capucha y le ordenaron mirar hacia abajo. A la altura de Lavalle y Alsina, los acusados tiraron por una ventanilla el IPhone del oriental, "para evitar el rastreo satelital", consideró la fiscal. Esa misma noche, la familia del joven hizo la denuncia en la seccional 7.

Cuando los secuestradores lograron encerrar al ciudadano chino, comenzaron las llamadas extorsivas al padre, solicitando la suma de 150 mil dólares; de no ser entregada, advirtieron que matarían al joven. "Se dividieron tareas", aseguró la fiscal, para dar cuenta de la organización de la banda, de la que no se advierte la existencia de hechos anteriores.

Dentro de la habitación, dos de los imputados le sustrajeron zapatillas, una campera y un cinturón a la víctima, por lo que también se les achacó el delito de robo.

El 20 de julio, día acordado para la entrega, los acusados mandaron al padre de la víctima a hacer un recorrido por las calles rosarinas, mientras mantenían una comunicación para dar "instrucciones" acerca de la velocidad a la que debía circular, indicarle que encendiera las balizas del vehículo, y decirle que pusieran el dinero en una bolsa blanca, que debería arrojar cuando ellos lo ordenaran. Según le dijeron, un kilómetro después se encontraría con su hijo.

En ese trayecto, el hombre era vigilado por uno de los acusados que iba en auto para cobrar el rescate. Sin embargo, antes de cumplimentar el delito, se le pinchó una goma. Enseguida, el padre recibió la llamada de su hijo, quien había sido liberado y subió a un taxi, cuyo conductor le prestó el teléfono para hacer la llamada.

En tanto, con la evidencia de las cámaras de seguridad y escuchas telefónicas, entre otras, la fiscalía determinó que Ezequias B., participó activamente del delito, y lo imputaron por "haber formado parte del plan y haber apoyado" al resto de los imputados.

Así, tras varios días de investigación, el Ministerio Público de la Acusación, logró esta semana los arrestos en barrio Ludueña. Los allanamientos se realizaron en Casilda y Matienzo, donde se allanaron tres domicilios, y se secuestraron teléfonos, chips, un arma de fuego y municiones; además de las prendas robadas al joven.

Durante la audiencia de ayer, la abogada Marianella Di Ponte, por la defensa de tres de los acusados, reclamó que la Justicia provincial se declarara incompetente, por considerar que es la Justicia Federal la que debería investigar el hecho. La fiscalía se negó, con jurisprudencia; y el juez Curto resolvió que "no hay afectación del orden nacional, sino que es un hecho aislado", por lo que rechazó el planteo.