El vicepresidente primero del Concejo Municipal, Osvaldo Miatello, salió al cruce de las declaraciones del intendente Miguel Lifschitz y de algunos integrantes del gabinete municipal en torno de una presunta discriminación a Rosario respecto de la coparticipación. "La semana pasada asistimos a un show montado por la administración socialista, que acusó al gobierno provincial de discriminar a la ciudad de Rosario", señaló el concejal peronista.

El edil interpretó que esa actitud tiene motivos no revelados: "La verdad es que, llamativamente, a la misma hora en que el intendente sostenía eso en una conferencia de prensa, los trabajadores municipales anunciaban un nuevo paro, esta vez de 72 horas, en reclamo de una mejora salarial. Es decir, se apela a reclamar a la provincia porque no pueden dar respuesta desde el gobierno municipal a problemas que son municipales. Lo mismo hicieron poco antes de aumentar las tasas, donde para esconder que Rosario era el único municipio que aumentaba en esa magnitud montaron una escena similar".

Miatello fue más allá y agregó que "la intendencia socialista peca de una inmadurez preocupante: si se cae la barranca en la costa central por falta de mantenimiento, la Nación debe acudir en su ayuda y pagar los platos rotos; si sus empleados le piden aumento, la provincia debe hacerse cargo; si el transporte es un desastre, la culpa la tiene el gobierno nacional porque subsidia poco; si no sabe administrar bien un sistema de salud que eligió tomar a su cargo, otros deben financiarlo; y, lo peor, si tienen déficit en sus cuentas, cuando tanto Nación como la Provincia tienen superávit, se lo hace pagar a los rosarinos aumentando las tasas en forma exorbitante. Parecen esos adolescentes que no saben vivir sin la mensualidad de papá".

Por último, el edil peronista subrayó: "Los rosarinos no merecemos que nos mientan más, es necesario sincerar la situación reconociendo que el municipio tiene problemas financieros, porque esa es la forma más sencilla y honesta de conseguir ayuda que, por otra parte, nadie le niega".

Como concejal de Rosario, voy a priorizar los intereses de la ciudad a los de mi partido. A pesar de sus errores, no pretendo dejar a la intendencia socialista a la deriva, porque eso perjudicaría antes a los rosarinos que al socialismo. Queremos ayudar a este gobierno municipal, pero para eso es preciso que se deje ayudar, la soberbia no es buena consejera, más bien acentúa el aislamiento y el autismo en un gabinete que salta de protesta en protesta contra todos los estamentos institucionales sólo para disimular sus propios errores. Un concejal socialista dijo hace unos meses descalificando un proyecto presentado por un concejal de la oposición 'si se pudiera hacer ya se nos hubiera ocurrido a nosotros'. No es así, quienes no somos socialistas también pensamos y queremos trabajar por Rosario".