Desde hace diez años, la ONG Mujeres Tras las Rejas trabaja para hacer visible la situación de las mujeres presas en la Unidad Penitenciaria número 5 de Rosario, con iniciativas puntuales como un programa de radio, publicación de libros, talleres de producción de indumentaria, entre otras propuestas que llevan semana a semana al penal ubicado en Ingeniero Thedy 275. A partir de ese trabajo, saben que la reinserción social es prácticamente una utopía cuando no se brindan las condiciones para esas mujeres, en su inmensa mayoría detenidas por infracción al delito de narcotráfico, dado que tanto la custodia de un búnker como el traslado de drogas son mecanismos de supervivencia para las clases populares. "No hay otro camino que darle una salida laboral a estas mujeres", consideró Graciela Rojas, que alumbra el proyecto de una Casa del Comienzo, "donde las mujeres puedan transitar salidas laborales, con capacitación, producción y una red de trabajo y comercialización que ya la estamos armando". Como se requiere financiamiento, la ONG se presentó a la Convocatoria de Proyectos de la Fundación Mapfre, que tiene abierta la votación hasta el 15 de agosto en https://convocatoriadeproyectos.fundacionmapfre.org/frontend/job/viewjob/223/. Las cinco iniciativas más votadas serán evaluadas por un jurado que premiará un proyecto con 30 mil euros.

En la página de Mapfre se lee que "la ONG: Mujeres tras las rejas propone instalar la Casa del Comienzo, donde puedan cursar capacitaciones significativas para ingresar al campo laboral. Una vinculación laboral con producciones desde el penal y en la Casa, a fin de lograr capacitacion, producción y venta de los producido, en plataforma digital, ferias y comercios. Nos proponemos aunar esfuerzos en construcción ciudadana haciendo base el trabajo como derecho dignificante. En el ejercicio de la ciudadanía encontrarán la sustentación para vivir en libertad".

Rojas viene abonando esta iniciativa desde hace tiempo, con la intención de "ofrecer un espacio de capacitación, producción y comercialización. Tenemos una plataforma virtual para vender lo producido, también una autorización de feria, contactos con comercios particulares. Hay un circuito que está armado, y puede ser un puente entre el adentro y el afuera, porque si lleváramos algunas cosas preproducidas, las mujeres en la Unidad también podrían realizar la terminación del producto. Queremos asentar el derecho al trabajo digno, un derecho ciudadano", dijo la activista, siempre preocupada por el día después del cumplimiento de la condena, tanto como por la dignidad del tránsito en prisión. "Muchas son analfabetas o analfabetas funcionales, hay que inscribir en ellas la necesidad de ser gestoras de su propia vida, con un dinero que las aleje del delito", expresó Rojas.