El futuro del tambo que Ciudad Futura tiene en Nuevo Alberdi, se despejó ayer tras la audiencia realizada por la jueza Stella Maris Bertune. Estuvieron representantes del municipio, concejales y las dos partes en conflicto: la cooperativa del tambo La Resistencia y el grupo inversor que reclama la propiedad de la tierra. Tras el encuentro, la magistrada resolvió postergar la orden de desalojo y fijó una nueva audiencia para el 24 de mayo, mientras se avanza en la discusión de un plan integral de urbanización de ese territorio. Fue el propio secretario de Gobierno, Gustavo Leone, quien propuso la realización de un plan para urbanizar el barrio, con la participación de todos los actores involucrados, propuesta que fue acompañada por Ciudad Futura. "Es una propuesta interesante", definió el concejal Juan Monteverde al planteo del municipio. Para el edil, se trata de avanzar en lo que desde Ciudad Futura se venía reclamando para Nuevo Alberdi: "Una salida integral que contemple no solo al tambo y las 200 familias sino a toda la ciudad", puntualizó. "De acá a 30 días la idea es llegar con un criterio de plan más o menos definido", aclaró Monteverde.

Monteverde resaltó que "la idea de la jueza era apostar a la paz social, apostar por una salida no violenta y pacífica", y valoró que de todas las partes "hay una voluntad clara de llegar a una salida consensuada".

Respecto al proyecto urbanístico para las tierras del extremo noroeste de la ciudad, el concejal Sebastián Chale planteó la idea de conformar una mesa compuesta por el Estado municipal, los empresarios privados, referentes del tambo, concejales, organizaciones sociales y la Universidad Nacional de Rosario, para comenzar a delinear un plan. "La idea es que involucre a todos los que hoy están en Nuevo Alberdi, no que el municipio llegue con una propuesta cerrada sino generar algo en conjunto", remarcó Monteverde.

Monteverde destacó "el acuerdo y los plazos para trabajar en un plan integral para urbanizar esas útimas tierras de la ciudad, teniendo en cuenta no sólo los intereses del tambo y de las familías que habitan la zona hace muchísimo tiempo, sino también a toda la ciudad. Con esto se logró evitar el desalojo del tambo y asegurar su continuidad en el tiempo. Pero además logramos que se genere un espacio donde, con todos los actores involucrados presentes, trabajar sobre el diseño y la forma que tomarán esas 250 hectáreas, las últimas que le quedan a la ciudad para desarrollarse".

Cabe destacar se pautó con el consenso de todos una nueva audiencia para el 24 de mayo, a la cual llegar con los criterios del plan integral urbanístico medianamente definidos.