Jueves, 28 de septiembre de 2006 | Hoy
CIUDAD › 22/09/2003
Por Alejo Diz
-¿Hola Mariano?
-No, Diego habla.
-¿Diego?
-Sí, Diego. Te escucho bien.
Eran las 1.30 de la madrugada del sábado (00.30 en Cuba) cuando desde del otro lado de la línea Diego Armando Maradona aceptaba el diálogo con Rosario/12 desde La Pradera, un confortable complejo ubicado en La Habana, para sorpresa de este cronista que esperaba hablar con el amigo argentino que lo acompaña en el centro de rehabilitación. El Diez estuvo animado y afable. Por entonces ya conocía la inquietud del periodista por saber su opinión sobre la posibilidad de que vuelva a la ciudad para participar de la fiesta por el centenario de Ñuls que está organizando la Federación Internacional de Filiales. "Mirá, a mí me encantaría participar de la fiesta de Ñuls. Y si por aquella fecha puedo ir, me voy a dar una vuelta por Rosario", anticipó Diego, quien será invitado de parte de los organizadores de los festejos a realizarse el 1º de noviembre en el Monumento a la Bandera.
-¿Para qué querés hablar con él?, preguntó uno de sus allegados desde el otro lado de la línea. Este redactor había llamado en tres oportunidades la semana pasada a fin de lograr el contacto con Maradona. Y después de la explicación, llegaron algunas sugerencias para cubrir la ambición periodística. "Lo tenés que encontrar de buen ánimo y con ganas de hablar. Pero corrés con ventaja porque le gustó la idea de estar con la gente de Ñuls. Volvé a llamar mañana, no sé, probá". El primer contacto se realizó el lunes pasado. La entrevista se registró a primera hora del sábado. Y cuando Diego levantó el teléfono ya sabía qué se esperaba de él en la redacción. Será por eso que no hubo necesidad de presentación.
"A mí me encantaría poder participar de la fiesta que ellos hagan. Sería lindo poder volver a estar con el hincha de Ñuls y en la ciudad", admitió Diego Maradona al comenzar el diálogo exclusivo con este diario.
-¿Y cuáles son las posibilidades de que puedas venir?
-¿Qué día se hace la fiesta?
-El sábado 1º de noviembre en el Monumento a la Bandera.
-Sería muy lindo estar. Pero sabés qué pasa. Creo que para mi cumpleaños (el 30 de octubre festejará los 43) voy a estar por China donde tengo algunos compromisos. Eso lo voy a definir, creo, la semana que viene. Ahora estoy viajando a Italia (llegó el domingo) y quizá resuelva este tema. Pero si no tengo problemas de agenda sería muy lindo estar de nuevo con la gente de Ñuls.
-¿Te quedaron buenos recuerdos de la ciudad?
-Si, yo no me olvido. La gente de Rosario me trató muy bien. Y por eso me encantaría volver. Aparte allá está la gente de la Iglesia Maradoniana que los otros días me mandaron una remera (llegó a destino por medio de un periodista de Buenos Aires que hizo de intermediario entre el Diego y sus fieles seguidores).
-¿Sentís que estás en deuda con la gente de la Iglesia Maradoniana? ¿Sabés todo lo que hacen por su idolatría a vos?
-No, no, en deuda no estoy. Yo soy muy respetuoso de todas esas cosas. Sé todo lo que hacen y les agradezco. Y si puedo ir a Rosario seguro que tendré la oportunidad de conocerlos.
Cuando el tema de conversación giraba sobre Ñuls, Diego se mostró a gusto. Sus palabras de deseos eran acompañadas por un tono esperanzador que dejaba ratificaba su sinceridad. Pero dejó entrever, el explicar su posible ausencia, que las imposibilidades de reacomodar su agenda era ciertas.
El motivo de la comunicación ya estaba salvado. Pero Diego no puso objeciones y respondió a gusto sobre Marcelo Bielsa. Y después de rechazar su posible incorporación a Boca -ya sea para ir de gira o para trabajar en las divisiones inferiores- el Diego analizó el complejo presente de Marcelo Bielsa en su cargo de seleccionador nacional.
-Desde hace un tiempo en el fútbol argentino lo único que se discute es la continuidad de Marcelo Bielsa como entrenador de la Selección Nacional. ¿Vos qué concepto tenés de Marcelo Bielsa?
-Lo que pasó en el último Mundial no cambió en nada mi pensamiento sobre Marcelo Bielsa como persona y como técnico. Yo no lo juzgo por el último Mundial. Y no sé quién le da protección y quién no. Yo creo que había que pensar que si no era Bielsa el técnico de la selección era (Carlos) Bianchi. Entre ellos dos estaba el entrenador.
-¿Fue merecida su continuidad en el cargo?
-Mirá, creo que Bielsa tuvo la suerte que no tuvieron otros entrenadores en su paso por la selección. Porque algunos le pegaron una patada en el club cuando llegaron mucho más lejos que él en un Mundial. Es raro que (Julio) Grondona le haya renovado después de lo que pasó en el Mundial. Eso es bueno porque hace parecer que las cosas están cambiando. Yo creo que las cosas cambiaron, pero el viento las llevó para donde Grondona quiere. Pero bueno... Grondona me dijo que tenía las puertas de la selección abiertas para mí. Yo quería verlas, pero nunca las encontré. Cuando uno está mal, o se está muriendo, dicen que te abren las puertas pero es para que escuche la prensa.
No eran días saludables para Maradona. Vivía recluido en La Habana, protegido por un condescendiente círculo íntimo y se encontraba alejado de los medios de comunicación. No brindaba notas, ni siquiera para aquellos que volaban hasta la isla para tocarle la puerta. Más de un periodista regresó al país sin verle la cara. Se acercaba el centenario de Ñuls y la noticia era saber si iba a asistir a las celebraciones. Su voz era débil, pero lúcida. Sus declaraciones fueron reproducidas por diferentes medios del país y el exterior. Atrás había quedado un año de silencio. (A.D.)
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