La abuela de Maximiliano Sosa, de cuatro años, desaparecido desde el 21 de diciembre pasado, quedó detenida ayer, al igual que su pareja, tras once allanamientos en Ceres, Colonia Montefiore y Santiago del Estero. El niño vivía en Ceres, y no se lo volvió a ver después de que fuera a jugar a la vivienda vecina de un amiguito. En el marco de la investigación para dar con su paradero, ayer se dio el sorpresivo giro en la causa, con la detención de una mujer de 40 años cuyas iniciales son PDS; y un hombre de 35 años -pareja de la mujer- cuyas iniciales son ASM. Los dos fueron trasladados a la alcaidía de Rafaela, donde están incomunicados.

Ayer por la madrugada el norte provincial fue escenario de una serie de procedimientos tendientes a dar con el niño o con elementos que sirvan a la investigación. Hasta casi el mediodía, se realizaron una docena de allanamientos en Ceres, Colonia Montefiore y Santiago del Estero para hallar al pequeño. En esas localidades hubo un despliegue de 130 efectivos de distintas fuerzas de seguridad. Hubo siete procedimientos en Montefiore, dos en Ceres y otros dos en la localidad de Selva, en Santiago del Estero, a cargo de la Agencia de Trata, de la Dirección General de Prevención y Control de Adicciones, el área científica de la Policía de Investigaciones, de la Dirección General de Seguridad Rural Los Pumas, de la sección Canes de la Unidad Regional II y de las áreas de Niñez, Derechos Humanos y del Centro de Asistencia Judicial. Funcionarios del Ministerio de Seguridad acompañaban en el lugar para avanzar en la investigación que tienen a cargo los fiscales Diego Vigo y Emilse Fissore.

El caso conmociona y moviliza a la provincia desde hace siete meses. Es que aún no se explica cómo un chico de cuatro años desapareció cuando hizo los pocos metros que separan su casa de la de un vecino para ir a jugar con un chico de su misma edad.

Según se indicó, fue buscado por las fuerzas de seguridad por tierra, agua y aire, y se llegó a disponer de una recompensa de hasta 100 mil pesos para quien aporte información valiosa para su rescate.

Las hipótesis que sigue la Justicia son varias, entre ellas, un conflicto familiar y una entrega del niño por dinero. Siempre las líneas investigativas apuntaban a que el pequeño estaba con vida y es lo que aún se cree.

La investigación derivó esta semana en los allanamientos, luego de que en los últimos días se escucharan comunicaciones entre teléfonos intervenidos en el marco de la pesquisa y alguien nombró a Maxi, después de lo que se produjo un silencio y un rotundo cambio de tema.

La detención de la mujer se produjo en su vivienda de la localidad de Montefiore. Por su parte, el hombre fue interceptado por personal policial en Rafaela cuando se conducía a bordo de una ambulancia hacia la ciudad de Santa Fe. Además, se secuestraron elementos de interés para la investigación.

La fiscal Fissore señaló que "las detenciones se pudieron producir en virtud de que, en los últimos días, surgieron datos de relevancia". En tal sentido, la funcionaria del MPA indicó que "desde que se inició la búsqueda del menor, nunca la abandonamos".