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La Justicia de Rufino declaró la responsabilidad de autoría de Manuel M., en el femicidio de su novia, Chiara Páez, hallada sin vida en un pozo el 10 de mayo de 2015. La resolución del juez penal Adrián Godoy apunta al chico de 17 años como autor del crimen en el que también son investigados su madre, padrastro y abuelos. El delito es "homicidio calificado por femicidio". Con ello, el juez de Menores, Javier Prado, fijara una pena; aunque el fallo está apelado.

El crimen de la chica conmocionó al país y generó la primera convocatoria a una multitudinaria marcha bajo el lema "Ni una menos".

Chiara tenía 14 años y estaba embarazada de dos meses. Manuel era el padre de ese bebé y no lo quería tener. La madre y hermana de la nena también estaban enteradas, por lo que le suministraron píldoras abortivas a la menor. Ello llevó a que el fiscal Mauricio Clavero abriera una investigación sobre la familia de la víctima.

La chica murió a causa de "varios golpes en su cabeza". Una vez sin vida, fue enterrada en el patio trasero de la casa de los abuelos del muchacho. "El hecho fue cometido en virtud de la condición de mujer de la víctima, quien se encontraba cursando un embarazo", dice el juez.

La relación comenzó en octubre de 2014; pero en febrero de 2015, cesó. Un mes después, los chicos retomaron el noviazgo. El 9 de mayo de 2015, Chiara se reunió con sus amigas y a las doce de la noche, con conocimiento de éstas, dejó el lugar para encontrarse con Manuel. Desde allí se dirigieron a la casa de éste, ya que habían convenido ir a pasar la noche allí.