"Andrés", quien entre sus actividades se cuentan la de ser un dealer local, es quien habría ordenado el asesinato de Fabricio Zulatto, el joven de 21 años cuyo cuerpo aparecio enterrado en un pozo en el corazón de Empalme Graneros. La mano de obra es la que está en duda, no para la justicia, que ya supuso que fue el único detenido en la causa, sino para algunos pesquisas y actores con acceso al expediente judicial. "Andrés" es además quien en persona dejó el Gold Trend negro estacionado en Suipacha entre Santa Fe y Córdoba, después de retirarle su patente delantera. El prófugo es un muchacho de unos 30/35 años, robusto, de un metro setenta y cinco, delgado, y en la captura de la cámara de seguridad se lo ve bien vestido, con su pelo prolijo, bien peinado. En la grabación se lo ve tranquilo, y se revela gran parte de su fisonomía. Ayer la fiscalía difundió la cinta para lograr dar con su paradero.

En la audiencia imputativa de ayer, el juez Héctor Núñez Cartelle dictó prisión preventiva sin plazo para Omar Darío Motier, de 31 años, que es el único detenido por el hecho. Además, lo imputó de homicidio agravado por promesa remuneratoria y calificado por el uso de arma de fuego. Según la hipótesis que sigue la Justicia, el acusado habría asesinado a Fabricio a cambio de dinero.

La imputación surge del relato de José Luis Gómez, el cartonero que apuntó la responsabilidad hacia su compañero de vivienda, "Pilo" Motier, con tal lujo de detalles que para algunos investigadores podría denotar que pudo haber sido él quien llevó adelante el crimen por encargo: 20 mil pesos hasta el momento sería la cifra en cuestión.

A Pilo Motier -que se declaró inocente y negó de plano la acusación- le juegan en contra algunas cuestiones: su madre tiene contacto con el mundo de "transas", y no le resultaba ajena la casilla de Génova al 2100 donde fue depositado su cuerpo. Tal vez también el lugar del asesinato. De paso hay que decir que ayer mismo se supo que primero le pegaron un culatazo en la cabeza, y después lo ejecutaron de tres tiros en el cráneo, todos del lado derecho. "Mucha saña solo por una supuesta deuda" le confió un pesquisa a este diario. También resulta extraño que Motier no tenga un sólo antecedente en su legajo.

Según Gómez -que recuperó la libertad en los últimos días y se fue a su casa con una carátula de encubrimiento por haber arrimado alguna carretilla con tierra al pozo/sepultura - Andrés le habría dicho a Motier, que "este pibe le quería robar algo", sin dar mayores precisiones.

En rigor, según se desprende de las pesquisas, la casilla era usada ocasionalmente para la venta de marihuana, y también como lugar de encierro de los caballos usados por Gómez para el cirujeo. Allí habría sido llevado Zulatto, tal vez con vida, para asesinarlo.

Un dato revelador es que en el pozo se encontraron prendas de trabajo tipo Ombú, y una remera color amarilla. También fueron secuestradas unas zapatillas New Balance. Toda esta vestimenta podría arrojar datos en caso de peritarse prolijamente.

Para sumar confusión ayer durante la autopsia en el Instituto Médico Legal, se extrajeron tres plomos de la cabeza de la víctima que aun deformados, parecieran ser de calibre 32. Lo llamativo es que el arma secuestrada en el procedimiento resultó ser una calibre 22. Otro punto a esclarecer.

En este sentido llama la atención que hasta ayer, el imputado por haber cometido el crimen, no hubiese sido sometido al dermotest, como para despejar las primeras dudas.

Ayer también se develó que la primera pista para esclarecer el hecho la brindó el comisario Albornoz de la Policía de Investigaciones: el uniformado le dijo a la fiscal de Flagrancia que de acuerdo a la información de calle "un tal Mauro, un vendedor de droga de la zona de la Terminal de Omnibus, con quien Zulatto tendría un problema, era quien estaba detrás de la muerte del joven". Asi se comenzaron a allanar propiedades en la zona norte y Empalme hasta dar con la casilla donde estaba el cuerpo.

Ayer mientras se sucedía la audiencia imputativa, en el exterior estaban la novia del joven asesinado, amigos de Newell's y del colegio y allegados a la familia. En ese marco los jóvenes manifestaron su malestar sobre las versiones que ligan la muerte a un supuesto dealer. Eran unas 50 personas en total, que reclamaron justicia, y se molestaron por las versiones más difundidas sobre el posible móvil del homicidio.