La Municipalidad proyecta capacitar este año a 3 mil jóvenes en el marco del Nueva Oportunidad, un programa que cuenta con equipos de trabajo territorial que convocan a jóvenes de entre 16 y 30 años, que hayan dejado la escuela, no tengan empleo ni formación en oficios. Son tres encuentros semanales de capacitación y acompañamiento durante seis meses que se desarrollan en 38 barrios de la ciudad, y en el que colaboran una veintena de instituciones, desde sindicatos, escuelas, bibliotecas, hasta organizaciones religiosas y transgénero. "Nuestro objetivo, dentro de los marcos legales, es disminuir la violencia en jóvenes menores de 30 años en situación de conflicto que no tienen contacto con el Estado, generando alternativas", planteó la intendenta Mónica Fein, quien junto a la secretaria de Desarrollo Social, Laura Capilla, y el responsable del programa, Luciano Vigoni, brindaron un detallado informe sobre una iniciativa que comenzó en el 2013, año en el que capacitaron en diferentes oficios a 320 jóvenes. Si bien coinciden en reconocer que la reinserción laboral es compleja, apuntan a trabajar sobre el deseo de los jóvenes y sus expectativas. "Estamos convencidos que hay muchísimos casos que desde lo local podemos trabajar, prevenir y articular", señaló Fein.

Los tres ejes del programa, por el que pasaron expertos en violencia urbana --como el ex pandillero mexicano, Carlos Cruz Santiago, fundador de la organización Cauce Ciudadano, que trabaja en alternativas contra la violencia-- son la capacitación en oficios, en un estímulo económico, y en un acompañamiento que es el centro de la propuesta. Además de los oficios tradicionales, carpintería, electricidad, panificación, pintura y albañilería, los jóvenes se capacitan para ser árbitros de fútbol, servicios hoteleros, foto y video, periodismo, radio, y el de encuadernación que se realiza en la Biblioteca Argentina, entre otros (ver aparte).

Pasó de capacitar a 320 jóvenes en el 2013, año en que comenzó el Nueva Oportunidad, a los 2 mil que se capacitaron hasta agosto del corriente año, en el que 59 equipos estatales y 47 equipos de ONG realizaron 106 capacitaciones. Pero el objetivo es el de alcanzar a 3 mil jóvenes de los grupos más vulnerables de la ciudad, preocupados por la situación de crisis económica que requiere de una mayor demanda del Estado.

"Sabemos que cuando están muy unidos a una organización delictiva, es difícil que lleguemos, estamos llegando al joven que está ahí en el borde", dijo la intendenta Fein, quien destacó la participación de las mesas barriales que colaboran en la identificación de los problemas más graves que suceden en el territorio. Hay jóvenes han tenido conflictos con la ley, otros con problemas de adicciones, todos atravesados por la violencia urbana.

Capilla afirmó que el acompañamiento y el abordaje en conjunto con las organizaciones les permitieron llegar de otra manera a estos jóvenes. A raíz de ello, el objetivo es el de sumar nuevas organizaciones para llegar a capacitar a 3 mil jóvenes tres veces por semana, lo que requiere "una presencia, acompañamiento y abordaje importante".

Para ingresar al programa no es necesario inscribirse. El equipo local, ya sea el centro de salud, el centro de convivencia, o la organización social, problematiza junto al Estado sobre quiénes son los 15 jóvenes del barrio que están en riesgo, y luego se define quiénes van a integrar el acompañamiento. Tras una entrevista, los jóvenes son convocados a participar del programa tres veces por semana, dos dedicados a la capacitación y otro de trabajo.

Ese día, al que llaman tercer encuentro, es en el que se pone principal atención. "Tiene que ver con la posibilidad de trabajo en el mano a mano con el joven, donde se trabajan diferentes temáticas, fundamentalmente la legal, ya que percibimos que muchos de ellos habían pasado por el sistema penal y no tenían regularizada su situación. Por tal motivo se conformó un equipo legal, junto con la secretaría de Derechos Humanos y la de Desarrollo Social, para hacer un acompañamiento", precisó Vigoni.

Muchos jóvenes también pudieron completar sus estudios a partir del Vuelvo a Estudiar. Son alrededor de 300 los trabajadores de diferentes centros de salud, tanto de Municipalidad y Provincia, seguridad comunitaria, de las secretarías de Cultura y Producción, entre otras áreas municipales, que acompañan las 110 capacitaciones. "Generamos una política que cose lo que el Estado ya tiene y lo estructura", precisó Fein.

"En esto no había recetas, pero la temática común en Latinoamérica es que los jóvenes que viven en condiciones materiales totalmente desfavorables en los grandes centros urbanos mueren y la violencia tiene una presencia fundamental. Cuando hacíamos el recorrido de la historia de vida de los jóvenes que se morían, veíamos que el Estado había participado en su vida, que habían ido al pediatra, a un centro de convivencia, a algunas actividades de juventud, pero en definitiva era una historia de fragmentación", agregó Vigoni.

El año pasado, 20 jóvenes que transitaron por el Nueva Oportunidad fueron asesinados. La realidad golpea a los familiares de las víctimas, a muchos chicos que compartían las capacitaciones, con quienes se trabaja en la contención, y también se produce una crisis al interior de los equipos.

Más allá de las dificultades, Vigoni afirmó: "Estamos convencidos que el vínculo humano entre un trabajador, entre una organización, con un grupo de jóvenes donde uno puede trabajar lo singular de cada uno, el derecho a la salud, el acceso a la justicia, la vuelta a la escuela, el derecho al trabajo, si no también lo colectivo, en relación al registro del otro, a poder generar diferentes cuestiones comunitarias, tiene un impacto significativo en la reducción, no solo de homicidios, si no también de violencia".