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Las secuelas de la explosión del laboratorio Apolo se siguen suscitando. Ayer finalmente una cuadrilla municipal removió la caldera del centro que se dedicaba a la producción de suero fisiológico. El laboratorio se encontraba ubicado en Pasaje Dumont 2967 (Alem y Rueda).

El hecho se produjo el último el 27 de junio a las 4.45 horas y en el siniestro resultaron heridas cinco personas, una de ellas de gravedad. Además, la explosión causó daños en varias viviendas.

Juan Carlos Sánchez permaneció internado casi un mes en terapia intensiva del Centro de Quemados del sanatorio Británico. Por las consecuencias de la voladura, el hombre presentó un reclamo administrativo a la Municipalidad de Rosario por los daños ocasionados por la explosión. Ayer habló con la prensa y aseguró que "esto que me pasó a mí, le puede pasar a cualquiera. Por que estas cosas pasan por la falta de controles adecuados", dijo el hombre visiblemente emocionado porque sabe que podría haber perdido la vida en esa explosión.

La explosión se cree que se produjo por el desperfecto en una caldera. La totalidad del edificio del laboratorio se derrumbó, y también se vieron afectados por ello las casas vecinas. Actualmente se están investigando las causas de la explosión, a cargo del fiscal Walter Jurado.