La vicegobernadora María Eugenia Bielsa se mostró ayer satisfecha con el operativo de ayuda a "las más de 10 mil familias" rosarinas afectadas por la tormenta de hace una semana, y aseguró que lo prometido llegará a más tardar en la tarde hoy. Aclaró que "un 70 por ciento de los casos están vinculados a la situación climática y un 30 por ciento a situaciones estructurales de pobreza". Retrucó también las críticas por la lentitud de la llegada de chapas y tirantes, minimizando los piquetes de protesta que aún quedan en pie. "Los que están censados y aun no recibieron nada, temen no recibir, entonces cortan la calle como una manera de expresar que están esperando la recepción de la ayuda. Esto va a llegar sin ninguna duda a todos aquellos que fueron censados, pero solo a ellos, ni uno más ni uno menos, porque queremos cumplir con la palabra empeñada". En el mismo sentido remarcó "dos enseñanzas muy positivas: hemos superado la instancia de la demanda alimentaria y no ha habido ningún episodio sanitario serio".

Esta es la entrevista que mantuvo ayer en LT 8.

--¿Cómo analiza lo ocurrido tras la tormenta del miércoles?

--El operativo de ayuda ha sido bueno en virtud de la asistencia de la Nación y una coordinación importante entre municipio, provincia y nación. Vale aclarar que en este tema se mezclan por un lado el episodio climático y por otra las carencias de la pobreza estructural de estos sectores.

--¿En qué medida entiende que se ha asistido a estos dos sectores?

--En realidad hemos atendido un 70 por ciento de demanda vinculadas a la situación climática, y a un 30 por ciento de situaciones estructurales de pobreza en donde la gente a lo mejor tenían las chapas rotas desde hace mucho tiempo o se le cambió un colchón que estaba mojado, pero en realidad desde hacía tiempo ese colchón ya no estaba en condiciones de ser usado. Lo que quiero decir es que me preocupa no atender donde no esté la necesidad. Y otro tema es que no ha habido reclamos alimentarios. Esto quiere decir que en algún punto en Rosario esa base subsistencial que antes teníamos la hemos podido hacer subir un pequeño escalón. El reclamo era fundamentalmente por la vivienda y en algunos casos por colchones. Esto quiere decir que en el estadío de pobreza que estamos hemos avanzado en la necesidad básica que es cubrir el alimento.

--Si la ayuda llegó en tiempo y en forma, ¿por qué hay piquetes en las calles de Rosario?

--Hay dos situaciones: una, que no se ha completado toda la asistencia, porque hemos censado lo que no significa haber sido visitados por un trabajador social. En muchos lados hemos entregado y en otros lugares estamos entregando recién ahora. Por eso los que están censados y aun no recibieron nada, temen no recibir, entonces cortan la calle como una manera de expresar que están esperando la recepción de la ayuda. Esto va a llegar sin ninguna duda a todos aquellos que fueron censados, pero solo a ellos, ni uno más ni uno menos, porque queremos cumplir con la palabra empeñada. Y la segunda cuestión que pueden sustentar los piquetes es que tal vez en el imaginario puede subsistir la idea de que cortando van a ser asistidos, sin una necesidad de relevamiento ni verificación de que haya habido un daño.

--¿Cuántas familias fueron censadas?

--No tengo una cifra exacta pero son más de 10 mil familias.

--¿Qué ayuda llegó desde la Nación?

--Más de 10 mil chapas, membranas, plásticos y colchones...

--Entre las críticas que se alzaron por la distribución de la ayuda está la de la Movimiento Barrios de Pie que dicen haber sido rechazados para participar del operativo de asistencia habida cuenta de su trabajo territorial.

--Acabo de estar reunidos con ellos, y le explicamos que el criterio fue hacer un apoyo institucional muy fuerte desde el Estado para asistir en la emergencia. Nos parecía importante que mas allá de la ayuda que nos dieron porque las organizaciones sociales nos han aportado ayuda interesante como contención e información, así que vamos a trabajar en una estrategia post crisis, porque a veces en la crisis cuando se amplían muchos los interlocutores, termina siendo ineficientes. Lo que vamos a trabajar ahora con ellos es el mediano y largo plazo.

--¿Qué podría haber hecho distinto o mejor en la emergencia?

--Funcionar frente a la crisis no es fácil porque esto no está planificado, pero se van adquiriendo prácticas. Hubo barrios donde la estructura del equipo funcionó bien como en barrio Santa Lucía, con una conducción clara. Por otro lado el equipo que llegó desde la Nación nos sumó su experiencia. Siempre hay enseñanzas, pero me quedan dos cosas muy positivas: que hemos superado la instancia de la demanda alimentaria y que no ha habido ningún episodio sanitario serio que se podría haber ocasionado a partir de este fenómeno. Por otro lado tengo un enorme agradecimiento con el accionar policial que vino acompañando todo este proceso, en una línea muy direccionada por el poder político que era contener pero no reprimir.