Domingo, 30 de octubre de 2005 | Hoy
CIUDAD › ENTREDICHO CON INSPECTORES MUNICIPALES DE TRANSITO
Iba de acompañante en un auto detenido por
un control de alcoholemia. Según los zorros
faltaban papeles, pero el edil lo desmintió.
"Nos arruinaron la noche, nos hicieron perder cinco horas, no encontraron ninguna irregularidad y encima dejaron de hacer los operativos en la zona". Tal el resumen que brindó a Rosario/12 el concejal radical Jorge Boasso -de perfil bajo tras las internas abiertas de agosto pasado-, quien fue demorado en la comisaría 5ª junto a tres amigos, según denunció, "por abuso de autoridad" de parte de los agentes municipales que quisieron llevar al corralón el auto en el que viajaban, pese a que -de acuerdo a su versión- los papeles del rodado estaban en regla y el test de alcoholemia había arrojado resultado negativo. "Lamentablemente esto le pasa a muchísimos rosarinos pero casi nunca trasciende", agregó el edil que denunciará a los empleados municipales ante la Justicia de Faltas rosarina. Los inspectores de Tránsito plantearon que Boasso los insultó, los amenazó con echarlos y además trató de sacar rédito de su condición de funcionario para evitar demoras y complicaciones en el operativo realizado en Mitre al 1800.
Todo comenzó pasadas las 2 de la madrugada de ayer. Boasso, junto a cuatro amigos, volvía de Funes donde había concurrido a comer un asado. "Con las precauciones del caso, manejaba la persona que no había tomado alcohol y los otros no llevamos nuestros autos", precisó el concejal.
El conductor de la Trafic, Félix Claverie -hermano del juez correcional en lo Penal de la 6ª Nominación, Adolfo Claverie- tomó calle Mitre para dejar en su domicilio a uno de los ocupantes del rodado. Por esa calle, entre Pasco y Cochabamba un grupo de inspectores municipales realizaba con el apoyo de un móvil policial los habituales test de alcoholemia.
Claverie se sometió a la prueba y el resultado fue triple cero. Luego le pidieron documentación personal y los papeles del auto. Siempre, según la versión de Boasso, los inspectores le hicieron saber al automovilista que la cuota del seguro estaba atrasada -Claverie tenía en la guantera la cuota correspondiente al mes de agosto- y le advirtieron que ello era causal de remisión al corralón. De acuerdo a la información confiada a Rosario/12, por fuentes policiales en realidad el conductor del auto no poseía recibo de seguro alguno.
El conductor del vehículo aseguró a los agentes que el tenía al día su cobertura. Llamó por teléfono a su casa y le pidió a su mujer que buscara la última cuota. Pocos minutos después, uno de los hijos de Claverie llegó hasta Mitre y Pasco a bordo de un remis con la documentación exigida.
Según Boasso los inspectores analizaron los recibos y detectaron una anomalía: el recibo de La Buenos Aires Seguros no contenía el dominio del rodado e insistieron con la posibilidad de remitir el auto al corralón. De acuerdo al acta de procedimientos, el recibo era de agosto del 2004. "Ahí -relató Boasso- me cansé, me bajé del auto y les dije que nos estaban tomando el pelo, que todos los datos estaban en orden y que estaban perdiendo el tiempo. Ya habían pasado 50 minutos".
De acuerdo a la versión aportada por los agentes municipales, Boasso los insultó, tiró manotazos al aire e intentó sustraerle las anotaciones que habían formulado. "Eso es absolutamente falso", aseguró el reelecto concejal radical para luego agregar: "Lo que no voy a negar es que estaba molesto, ofuscado y levanté la voz, pero no agredí a nadie".
Los agentes relataron además que Boasso los amenazó con echarlos de su trabajo exhibiendo su rol de concejal. "Otra mentira, yo no me identifiqué, ellos me reconocieron de entrada y creo que en parte por esa razón buscaron cualquier excusa para molestarnos", respondió el edil.
Los agentes municipales reclamaron apoyo al móvil policial. Minutos después los actores involucrados en el incidente fueron derivados a la comisaría 5ª ubicada en Italia 2153, donde fueron demorados hasta las 7 de la mañana tras la confección del acta correspondiente. El procedimiento se demoró porque la impresora de la seccional no funcionaba y fue necesario imprimir el acta en otra comisaría.
Boasso confirmó a Rosario/12 que mañana se presentará ante la jueza de Faltas, Liliana Puccio, para denunciar por abuso de autoridad a los inspectores que participaron del accidentado procedimiento. "Que quede claro, yo apoyo los test de alcoholemia y me opongo al abuso de autoridad. Lamentablemente esto pasa con frecuencia, lo padecen muchos rosarinos pero no trasciende porque no son personas públicas", remató.
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