No hubo escenas de euforia. Tampoco festejos desmedidos. Apenas algunas demostraciones, leves, de satisfacción. Esas fueron las escenas que se percibieron durante las dos horas y media que se extendió el sorteo de las nuevas licencias de taxis ayer por la tarde en el estadio cubierto Sportivo América. Afuera, bajo la lluvia, unos 50 actuales propietarios de chapas protestaban ruidosamente: quemaron cubiertas, arrojaron bombas de estruendo y no dejaron de insultar a los funcionarios municipales. En ese marco anunciaron movilizaciones para la próxima semana y probables medidas de fuerza. Los sorteados deberán ahora pagar 20 mil pesos en concepto de derecho de explotación y esperar que las concesionarias contratada entreguen las unidades 0 Km para empezar a circular por las calles de la ciudad, a más tardar dentro de los próximos 90 días. "El proceso es irreversible, la ciudad está demando más taxis, lamentamos no la disidencia sino las amenazas y la violencia", sostuvo la secretaria de Servicios Públicos, Clara García al término del acto.

Minutos antes de las 18, hora fijada para el inicio del sorteo el clima no era el mejor. En medio de una intensa tormenta medio centenar de propietarios de chapas amenazaban, desafiantes, con impedir la realización del acto. Agentes de la Guardia Urbana Municipal y de la policía rosarina vigilaban celosamente el ingreso al club, además de impedir la circulación vehicular por Tucumán entre Oroño y Balcarce.

Cuando García ingresó a Sportivo América fue recibida por los tacheros con insultos y cánticos intimidatorios quienes amenazaron con ir a la Justicia para impedir la efectiva circulación de las nuevas licencias.

A las 18.10 la escribana Ana Rosa Sismondi de Variego dispuso iniciar el sorteo. En las tribunas, alrededor de 300 personas esperaban ansiosas, de frente a la pantalla que reproducía una planilla Excel con los casilleros a llenar con los nombre de los futuros beneficiarios. Un grupo de boy scouts colaboró sacando los números para el orden de mérito. El primero en salir fue el 451, seguido por el 319 y el 32.

Al salir cada número, de inmediato aparecía en la pantalla el nombre, apellido y documento del beneficiado. Tal vez algo intimidados por las escenas observadas afuera del club, la mayoría optó por el festejo íntimo: una llamada por celular, un breve grito o segundos de aplausos.

"Voy a contratar dos choferes, tengo un pequeño comercio y esto me va a permitir tener un mejor pasar", contó a Rosario/12 Jorge, uno de los sorteados con su número en la mano: el 463.

Otro beneficiado, Oscar (45) relató a este diario su experiencia: "Hace más de diez años que soy peón. Decidí participar de este proceso para poder independizarme y poder ofrecerle a mi hijo que está estudiando alguna alternativa inmediata de laburo. Ahora, trabajando entre 9 y 12 horas por día gano 1200 pesos, creo que con esta chapa con menos hora de trabajo tal vez gane un poco más. Pero es mía la licencia".

Para Oscar "hacen falta más licencias, más unidades en la calle. En lo personal creo que no hacen falta 500 chapas sino 300. Es lógico que los actuales propietarios de licencias estén molestos y protesten porque para muchos esto va a significar perder algunos viajes, un poco de plata".

Para poder ser futuro licenciatario de una unidad, Oscar decidió solicitar un crédito prendario al Banco Municipal, que le financiará el 75 por ciento del Polo gasolero que adquirirá para manejar.

Bajo la atenta mirada de García, unos pocos concejales y representantes de Ong, la escribana terminó de sortear el orden de mérito completo a las 20.40. Con las gradas semivacías, las autoridades se retiraron satisfechas. "Es la primera vez en la historia de Rosario que se entregan chapas en un sorteo", celebraron.