Lunes, 19 de marzo de 2007 | Hoy
El Programa de Capacitación en Oficios, que forma parte del
presupuesto participativo, está dirigido a mujeres mayores de
35 años con escuela primaria completa. En abril se abren los cursos.
Por Sonia Tessa
Aprender un oficio puede ser, para muchas mujeres, una puerta a la libertad. Una posibilidad de autonomía que de otra manera no pudieron adquirir. Es por eso que el Area de la Mujer desarrolla, desde hace tres años, el Programa de Capacitación en Oficios, que forma parte del presupuesto participativo. Con la novedad de que este año se otorgará a las asistentes una beca para solventar los gastos de transporte. Con el objetivo de promover los derechos laborales de las mujeres, el programa favorece las oportunidades de inserción laboral, mejora las condiciones de empleabilidad de las mujeres y apuntala la calidad en el trabajo que las mismas realizan. Los cursos que se realizan son tanto de oficios tradicionales como no tradicionales, con un cuatrimestre de cursado. "Si bien no es una tecnicatura, sí son intensivos, con una carga horaria importante", afirmó María Rosa Ameduri, que está a cargo de los cursos.
La capacitación está dirigida a mujeres mayores de 35 años que presenten un nivel de instrucción básica, ya sea con la escuela primaria completa o incompleta, o EGB. Las clases son gratuitas, empiezan en mayo y su duración es un cuatrimestre. Existen cursos iniciales y avanzados; para estos últimos es necesario acreditar conocimientos previos con certificado o similar.
"Hay muchas personas que comenzaron a trabajar, y otras que se lanzaron a un microemprendimiento, sobre todo en el sector textil", expresó Ameduri, quien contó que el momento de entrega del diploma significa un gran paso en la vida de muchas. "Para algunas ha sido de una importancia muy grande porque consiguieron trabajo o están desempeñándose por su cuenta y pueden vender los productos, aunque no van a sostener la casa con esto, significa una mejora en lo que venían haciendo", contó la funcionaria. Para muchas, incluso, "el solo hecho de hacer un curso fuera de su barrio, cambiarse, salir, conversar con otras personas, integrar un grupo, significó un salto cualitativo en su vida cotidiana. Lo que parece algo normal, en verdad para muchas mujeres no es cotidiano, como el intercambio con pares en un plano de capacitación".
La ceremonia de entrega de diplomas condensa los sentimientos de las asistentes. "Lo viven como el corolario de los logros, están recibiendo un diploma, no un certificado. Hay un espíritu festivo, van con familiares, es muy significativo tener algo que las habilite para ejercer un oficio", agregó.
Es que aprender oficios significa salir de su casa, a veces por primera vez después de la crianza de los hijos. "Nuestra ubicación dentro de la casa, la situación de dedicarnos a criar a nuestros hijos, muchas veces provoca que cuando queremos trabajar no lo podamos hacer, por falta de capacitación o aggiornamiento", ponderó Ameduri.
En su primer ciclo, durante el segundo semestre de 2005, el programa capacitó a 660 mujeres. El año siguiente, monto asignado por Presupuesto Participativo permitió que 400 mujeres hicieran los cursos en el primer semestre. Pero frente a la gran demanda, el municipio debió realizar otra etapa de cursos en el segundo semestre, aunque ya no fue con el Presupuesto Participativo, dado que se había utilizado en el primero. En ese ciclo se capacitaron 300 mujeres.
Este año, la incripción está abierta hasta el viernes 13 de abril, en los centros de distritos, para tomar uno de los 33 cursos divididos en 7 rubros. Además de la capacitación específica, que abarca rubros tan disímiles como carpintería, informática y recreación turística, las mujeres deben concurrir a un seminario mensual, a cargo de una institución especializada en la problemática de género, donde se trabaja sobre temas como identidad, liderazgo, inserción laboral, y la inclusión de una perspectiva de género. Esta actividad forma parte del cursado. También se les otorgan herramientas concretas para la inserción laboral, como asesoramiento para el armado de currículum, o la presentación en una entrevista laboral.
En algunos cursos, como el de operadoras de PC, el cupo de inscriptos se cubrió en la primera semana de inscripción. Hay otros, como albañilería, electricidad y carpintería resultan "más complicados", sobre todo por las dificultades de la posterior inserción laboral. "Ahí hay que librar otras batallas, al ingresar a trabajar en un espacio preponderantemente masculino", apuntó Ameduri.
El Area de la Mujer de la Municipalidad afirmó que este programa contempla la situación de "cada vez más mujeres que se incorporan a un mercado laboral exigente y tradicionalmente reservado a los hombres". El objetivo es "aumentar las posibilidades de la mujer de lograr autonomía económica y social".
Desde el Area apuntaron que el programa "contiene un mensaje social: que las mujeres, aunque sean amas de casa pueden ejercer sus derechos económicos y sociales, y se rompe un estereotipo de mujer que no elige insertarse en oficios tradicionalmente asignados al hombre. A su vez, la capacitación en oficios busca crear en la mujer una conciencia de autonomía en su ámbito social y privado (el de su hogar), más allá de la que le pueda otorgar un salario, sólo ligada a lo económico".
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