Muchas estatuas de la ciudad representan figuras femeninas. Y esta mañana, a partir de las 10.30, podrán verse con un cartel verde que dice "yo aborté" en el cruce de las peatonales Córdoba y San Martín, como parte de la celebración por el Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres. La intervención urbana que desarrolla Mujeres Autoconvocadas Rosario (MAR) fue ideada por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal, seguro y gratuito, como marco el proyecto de ley de legalización del aborto que se presentará esta tarde en el Congreso Nacional. La estatua de Lola Mora en el pasaje Juramento, la mujer acostada del Parque de la Independencia, la Diana Cazadora de Rioja y Buenos Aires, serán algunas de las que darán testimonio de la pelea que mujeres de todo el país vienen desarrollando hace más de dos años.

El proyecto de ley, que en Rosario será presentado con la presencia de la diputada nacional Silvia Augsburger y legisladoras provinciales, establece que "toda mujer tiene derecho a decidir la interrupción voluntaria de su embarazo durante las primeras doce semanas del proceso gestacional". Fuera de ese lapso, existen tres casos que permiten el aborto. "Si el embarazo fuera producto de una violación, acreditada con denuncia judicial o policial o formulada en un servicio de salud", es el primero. También "si estuviera en riesgo la salud o la vida de la mujer" y "si existieran malformaciones fetales graves".

El texto de esta iniciativa fue consensuado después de un largo proceso de intercambios, debates, consultas y de la comparación con legislaciones de otros países. En el artículo sexto se indica que "aquellos médicos/as y demás personal de salud que manifiesten objeción de conciencia para intervenir en los actos médicos a que hace referencia esta ley, deberán hacerlo saber a las autoridades de los establecimientos a los que pertenezcan". Nadie obligará a los agentes a practicar abortos contra sus convicciones, aunque "los profesionales que no hayan expresado objeción no podrán negarse a efectuar las intervenciones". En todos los casos, se establece que la autoridad responsable del servicio de salud deberá garantizar la realización de la práctica.

Durante los últimos dos años, a partir de los casos testigos de las jóvenes discapacitadas que habían sido violadas, en Guernica (provincia de Buenos Aires) y en Mendoza, el debate por el derecho al aborto se mantuvo en la opinión pública. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto, que se lanzó el 14 de mayo de 2005 en Córdoba, formó parte de estas discusiones y, en el caso de Buenos Aires, tuvo una activa participación en la garantía para el ejercicio de los derechos. "Partimos del reconocimiento de los avances realizados gracias a la formación de una gran alianza que incluye organizaciones de mujeres, feministas, movimientos sociales, organismos de derechos humanos, partidos políticos y funcionarios de diferentes niveles", dice el documento que entregarán en la vía pública las integrantes de la Campaña.

Justamente, será la calle el escenario elegido para hacer visible el reclamo, en conmemoración del Día Mundial de Acción por la Salud de las Mujeres. Antes fueron las túnicas verdes, y ahora las estatuas. "Las mujeres abortan pero la presión social las silencia", dicen los fundamentos del proyecto. En este caso, las calladas estatuas que llevan un cartel "yo aborté" son una intervención urbana repetida en todos los lugares del país donde se realiza la campaña. "Queremos expresar que las estatuas hablan, que son parte de la comunidad, transmiten", afirmó Marité Yanos, integrante de MAR. "Se me había ocurrido que podíamos decir 'yo aborté de palabra, pensamiento, obra y omisión'. Esto tiene relación con aquello de lo que cada uno debiera hacerse cargo. En el caso del Estado, con la omisión, o el incumplimiento de la ley, como ocurrió con Ana María Acevedo", agregó, en referencia a la joven de 20 años que murió en el hospital Iturraspe víctima de un cáncer que no fue tratado. "Nosotras tenemos algo que nos distingue, como son las estatuas de Lola Mora, que tienen tantos años como la punibilidad del aborto en el Código Penal, ya fueron hechas en 1920, y el Código se redactó en 1921", indicó.

La campaña cuenta con la adhesión de una flamante ciudadana ilustre de Rosario, Angélica Gorodischer. "La penalización del aborto no es más que otra expresión de la hipocresía reinante en ciertos círculos. Los defensores del embrión no se ocupan de los niños no deseados ya nacidos, cuyo destino es el abandono, la calle, la violación, la mendicidad, el pegamento y la delincuencia. No se ocupan tampoco de las mujeres que se encuentran ante un embarazo no deseado y en muchos casos rechazado con desesperación", dice la escritora en su texto de apoyo. "Total, no son más que mujeres. Total, además son pobres", agrega.