Tanto la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos (Foetra﷓Buenos Aires) como la Federación Argentina de las Telecomunicaciones (Fatel), cumplieron ayer con la primera jornada de un paro de actividades dispuesto por 48 horas, a raíz de un conflicto gremial que se generó ante la falta de avances en las paritarias. La protesta de los empleados telefónicos, que se realizó con asistencia a los lugares de trabajo, afectó considerablemente los servicios de larga distancia nacional, el 000 internacional, el 110 de información de guía, el 112 de atención al cliente, el 114 de reparaciones, los 0800 que asisten a grandes y medianos clientes, instalaciones e internet, de las empresas Telecom y Telefónica. Para Claudio César, titular de Sitratel, el gremio que nuclea a los telefónicos rosarinos, y secretario general de Fatel, la medida de fuerza se lleva a cabo debido "a la intransigencia de las empresas para otorgarnos el aumento y ante la negativa por la reducción horaria, que es una conquista de los trabajadores telefónicos".

Inmersos en un reclamo que lleva más de 40 días, las prestaciones de varios servicios telefónicos -que incluyeron las reparaciones de las líneas averiadas, y la imposibilidad de realizar instalaciones de nuevas líneas- se vieron afectados por el paro de los trabajadores del sector, que según los voceros de las federaciones, "tuvo un acatamiento del 100 por ciento". Y a pesar que desde el ministerio de Trabajo se había dictado la conciliación obligatoria, finalmente los trabajadores decidieron llevar adelante la medida de fuerza por 48 horas.

Consultado por Rosario/12, el titular de Sitratel, Claudio César, que se encontraba viajando hacia Buenos Aires para interiorizarse sobre la continuidad de la protesta, manifestó ayer que "desde el 10 de abril solicitamos un aumento del 25 por ciento en nuestros salarios, pero ellos ofrecieron entre un 8 y un 10 por ciento. Debido a la intransigencia de las empresas se decidió llevar adelante el paro por 48 horas". En este sentido, César explicó que ante la persistencia del reclamo, las empresas "no pueden decirnos que no hemos sido pacientes".

El gremio pide, además del incremento salarial, el cumplimiento de un acta para volver a la "jornada laboral histórica" de los trabajadores del sector, de seis horas y media para los empleados del área de atención, y de 7 horas para el resto del personal. Según el dirigente gremial, "el acta se firmó en diciembre del 2005, homologada por el ministerio de Trabajo, y las empresas sólo la han cumplido en forma parcial".

Desde el ministerio de Trabajo habían intimado el pasado lunes a las distintas federaciones que agrupan a los empleados telefónicos a no realizar la medida de fuerza, en virtud de la vigencia de la prórroga de conciliación obligatoria, que había sido dictada el viernes pasado, por un plazo de cinco días hábiles, bajo apercibimiento de encuadrar esa conducta como "infracción muy grave".