La última sesión del año en el Concejo fue más que movida. No sólo por la cantidad de temas tratados en el recinto sino por el tono de la confrontación política. El expediente que inició la jornada parlamentaria fue el mensaje del Ejecutivo que propiciaba un nuevo contrato con la firma Resicom para que el municipio siga depositando en el relleno sanitario de Ricardone las 800 toneladas de basura que produce a diario la ciudad. El arco opositor cuestionó a la intendencia opr haber mandado el proyecto a tres semanas de expirar el actual convenio, denunció una virtual contratación directa e instaló la hipótesis de una adjudicación "sospechosa por un contrato millonario de 30 millones de pesos anuales" por seis años. En una ajustada votación, por 10 a 9, el intendente obtuvo el aval del cuerpo.

Al cierre de esta edición se empezaba a discutir la iniciativa que promueve la eliminación gradual de la tracción a sangre para el cirujeo, la propuesta que apunta a reducir las causales de remisión de autos al corralón y el servicio diferencial de transporte nocturno para los jóvenes que van a bailar a los boliches.