Como síntoma cada vez más frecuente de las incompatibilidades entre funcionarios culturales y hacedores teatrales, el Ciclo "Cien Horas de Teatro", estuvo a punto de suspenderse por "cuestiones económicas", pero la coherencia y la presión de los teatreros cordobeses logró al fin la realización del encuentro.

Para el director Jorge Villegas este es un problema con el que se enfrentan determinadas generaciones de teatreros: "Quienes están dirigiendo teatro en Córdoba y Rosario, básicamente somos la generación que hoy tenemos entre 35 y 45 años. Hay una idea de que detrás nuestro nadie esta pensando políticamente, la gestión cultural se realiza entre instituciones, nuestra generación quizás sea la cola del dinosaurio, queremos cambiar las cosas, es un acto romántico, y vamos a por ello".

Fiel a sus convicciones ideológicas y estéticas, Villegas no cree que este "acto romántico" implique una mala gestión, sino todo lo contrario. "Para que no sea un mero acto romántico tiene que tener un buen plan de gestión, que los encuentros como "Cien horas" o como otros, fructifiquen generando canales de comunicación que conformen polos culturales".