Viernes, 15 de julio de 2011 | Hoy
PD > CARTAS A [email protected]
La joven levantó la mano para hablar. En el Gymnasium Universitario (un colegio de Tucumán) reinaba el silencio luego de las intervenciones de los abogados explicando el alcance de la modificación de la ley de matrimonio civil. Era la 2da Asamblea por la Diversidad y el auditorium del colegio estaba repleto de personas, pero el silencio lo era todo.
La joven se paró para hablar y dijo: "Si se aprueba la ley, ¿que pasará con la sociedad? Será muy feo para los niños ver a dos hombres de la mano".
Un niño de 11 años le respondió desde el otro extremo del auditorium "para mí lo feo es ver cómo la sociedad maltrata a mi tío. Sólo porque está enamorado de otro varón". La campaña por la aprobación del matrimonio igualitario en el interior del país no fue fácil. A semanas del tratamiento de la ley, en Tucumán teníamos una gran batalla cultural por delante. La información que circulaba era confusa, mezclaban la adopción (ya legal) con las modificaciones en la ley de matrimonio; decían que esta reforma sólo tendría validez en la CABA y a eso se sumaba que la delegación local del Inadi tenía un proyecto de Unión Civil que presentaron oficialmente en el teatro Orestes Caviglia, dando argumentos a quienes querían constituirnos en ciudadanos de segunda. El contexto histórico, los prejuicios, el imaginario, la fortaleza de la jerarquía católica, el machismo, todo esto presentaba un entramado muy complicado. Casi impermeable. Hubo que encontrarle la vuelta. Y para esto, las redes sociales fueron muy importantes.
A sabiendas de que la comunidad LGBT local vive gran parte de su vida en los espacios virtuales y que necesitábamos emponderarla para hacer frente al debate. Por un lado, en Facebook constituimos un grupo llamado "Tucumán dice SI!" en el que relatábamos de un modo muy didáctico qué era lo que estaba pasando. El grupo rápidamente superó las 5 mil amistades. Twitter también fue una herramienta necesaria y desde estos espacios empezaron a llegarnos apoyos. Esos apoyos eran tan necesarios como el hacer visibles nuestras orientaciones afectivosexuales y nuestras identidades de género en los medios de comunicación. Personalidades locales de la cultura, de la política, de los medios de comunicación, de los derechos humanos fueron emergiendo con sus apoyos y adhesiones.
Y una buena estrategia fue convocar a las Asambleas por la Diversidad. Espacios en donde nos reuníamos una vez e incluso dos veces a la semana, para explicar los avances en las gestiones, novedades, debatir posibles estrategias, y reencontrarnos.
También nos encontramos con la homofobia internalizada en los más diversos niveles. Y nos encontramos con maravillosas historias de vida y de resistencia que nos daban fuerzas para continuar. Allí surgieron historias de amor, como la de Seba y Gerardo, quienes se conocieron militando y hoy están por casarse en Bariloche.
En una de estas asambleas, David, un niño de 11 años que acompañaba a su tío gay, tomó la iniciativa de graficar en una pizarra explicándonos de un modo muy sencillo que un sector de la comunidad se iba a movilizar para oponerse a la ampliación de derechos, porque era un modo de perpetuar sus privilegios.
Convocamos a la primera marcha en Tucumán recordando los sucesos de Stonewall. La convocamos en horas del mediodía como respuesta a los políticos reaccionarios que aseguraban que éramos casos aislados, con poca presencia y apoyo en la provincia. Fuimos más de ochocientas personas en la Plaza Independencia.
En la madrugada del 15 de julio de 2010, el Senado decidió aprobar la modificación a la ley de matrimonio, pero aun cuando no lo hubiera hecho, igual habíamos ganado: la comunidad LGBT en Tucumán ya no era la misma. En esas semanas habíamos ganado las calles, tuvimos presencia en los medios, pudimos debatir de igual a igual y nos materializamos en ciudadanos y ciudadanas con muchas ganas de tener todos los derechos y con los mismos nombres.
Gustavo Díaz Fernández
Presidente de Crisálida Tucumán
www.crisalida.org.ar
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina | Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux.