1 Mi gato
Se llama Chirola, pero le digo Chiro. Es mi compañero infaltable. Con él puedo ejercitar los silencios y las energías sutiles. Los animales son muy perceptivos a la energía, así que con él no necesitamos palabras, usamos otro lenguaje. No lo expongo en público, así que por eso muestro este dibujito. El me mira trabajar, es hermoso. Además es mi modelo.

2 Mi obra
No concibo mi vida sin los colores y sin la creación que me rodea. Mi obra está representada con la manzana y la cámara de fotos. Yo estudié cine y mirar a través de una lente es como mirar con otros ojos. Empecé a trabajar en televisión cuando tenía 20 años, era muy chica. Luego volví a redescubrir el arte plástico haciendo cursos de dirección de arte y diseño de imagen y sonido. Siempre había trabajado para otros, pero hace dos años me lancé a ser yo misma. Soy un potpourrí de cosas. A veces me siento que soy todo y nada, pero a la vez soy ese todo. Creo que hay que morder la manzana. Además elegí salir semidesnuda, porque hacer una obra es como desnudarse. Además, qué más lindo que andar desnuda.

3 Agujas de acupuntura
Hago acupuntura y homeopatía. La acupuntura me permitió encontrarme conmigo misma y afianzarme en lo que siento que soy. Logró hacerme palpable ese mundo que existe. Me limpió en lo astral y en todo ese nivel. Gracias a la acupuntura me despejé de muchas cosas del pasado y encontré mi eje. Antes yo tenía una búsqueda espiritual y esto me permitió sentir esa búsqueda en lo físico. Cuando estoy en emergencia me pongo las agujas. Es mágico.

4 La silla
Elegí la silla porque ya necesito sentarme. Soy una señora a pesar de que todo el mundo me dice que tengo cara de niña. A veces eso ya me pesa. Ya estoy grande y me canso. Ya veo que voy a ser feliz recién a los 50, cuando tenga canas, que me las pienso dejar como Liliana Felipe. Además esta silla es parte de una obra que hice, también es antigua y de color azul, así que tiene esos condimentos extra que me gustan.