El depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, aseguró hoy que la OEA está "muy suave" y "complaciente" con el régimen de facto, horas antes del inicio de un diálogo que busca una salida a la crisis.

Zelaya, depuesto mediante en un golpe de Estado el 28 de junio, demandó a la Organización de Estados Americanos (OEA) no caer en la "trampa" del gobernante de facto Roberto Micheletti que está tratando de ganar tiempo para prolongarse en el poder.

Zelaya, en la embajada desde hace dos semanas, denunció que el régimen de facto le impide a su comisión de nueve representantes -de los que designará tres negociadores al diálogo- el ingreso a la embajada de Brasil, cercada por los militares y policías.

"Han cancelado a los medios de oposición, tienen cientos de presos políticos y aún no han aceptado que nos visite la comisión que he nombrado, todo esto está sucediendo, es una trampa más para prolongar la agonía del pueblo hondureño", añadió.

Una grupo de cancilleres de la Organización de Estados Americanos (OEA) y su secretario general, José Miguel Insulza, tienen previsto llegar el miércoles a Tegucigalpa para instalar la mesa de negociaciones, en un nuevo intento tras el fracaso de una primera misión en agosto.