Boudou -quien concurrió a la cámara baja acompañado por el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino- consideró que la reapertura del canje implicará "un fortísimo impacto en el sector privado", a partir de las inversiones que pudieran llegar a registrarse "en un escenario de formidable ampliación de los mercados de capitales".

El titular del Palacio de Hacienda puntualizó que después del default, la Argentina "empezó un proceso de ordenamiento a partir de 2005 con un canje exitoso de deuda" que fue "aceptable para los acreedores, entendiendo las necesidades de la Argentina, con un cupón vinculado con el Producto Bruto Interno (PBI), que implicaba que cuanto mejor le iba al país, más se pagaba".

El jefe de la cartera económica destacó que el proyecto para suspender temporalmente la ley cerrojo tiene un plazo hasta el 31 de diciembre de 2010 o cuando el Ministerio de Economía "declare terminado el proceso de reestructuración".

Boudou destacó el "techo" que se le pone a la operatoria, ya que no podrá ser más ventajosa para los tenedores de lo que fue el primer tramo, y la prohibición de ingresar al canje para los tenedores que no renuncien a los juicios contra la Argentina.

Además, reiteró que, a diferencia que en la reestructuración que se realizó en 2005, el Gobierno no le pagará comisiones a los bancos que participen en la operatoria.

El ministro calculó en "20 mil millones de dólares" el valor de los títulos defaulteados que no fueron reestructurados, de los cuales hay tenedores individuales, "fundamentalmente en Alemania e Italia, y en menor medida en Japón".

Respecto de los bancos que participarán de la operatoria, mencionó que el "Barclays será el principal" y que "el Deutsche y el Citi" serán los secundarios.

Al respecto, comentó que el banco Barclays, en la propuesta que le hizo llegar al Gobierno, señaló que "tiene una masa crítica de 10 mil millones de dólares", lo que implica que puede reunir a tenedores de bonos que poseen la mitad de la deuda no canjeada.

Boudou aceptó la posibilidad de que en la suspensión de la ley cerrojo se incluya expresamente la prohibición de participar para los tenedores que mantengan juicios, pero no se pronunció respecto de la propuesta de algunos legisladores sobre la obligatoriedad para los que adhieran al canje de someterse a la jurisprudencia argentina.

En relación con el canje, el jefe del Palacio de Hacienda reiteró la voluntad del Gobierno de retornar a los mercados de crédito y destacó que servirá "para bajar el costo del financiamiento", algo que consideró "de vital importancia para el sector privado y la economía real".

Boudou también hizo referencia a la relación con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y señaló que "la Argentina va al Fondo a llevar su voz y no a recibir instrucciones" y destacó que "el sentido de haber cancelado la deuda (con ese organismo multilateral de crédito) no tuvo que ver con cuestiones financieras, sino de libertad".

"Ahora no tenemos que escuchar a los funcionarios del FMI, como si fueran virreyes, dando recetas consistentes con el fracaso", afirmó Boudou, quien sostuvo que la Argentina "está comprometida en que el Fondo cambie".

Por otra parte, y respecto de los compromisos que la Argentina deberá afrontar en los próximos años, aseguró que "hasta el 2020, las obligaciones no superan el cuatro por ciento del PBI por pago de deuda" y comentó que, mientras este año se cubrieron compromisos por 22 mil millones de dólares, en 2010 se necesitan 11 mil millones.