Cristina sostuvo hoy que "pocos países, luego del advenimiento de la democracia, han dado más testimonio que la Argentina de ser un país con vocación profundamente pacífica". Al hablar en la cumbre de Países de América Latina y El Caribe, Cristina explicó que "cuando Inglaterra dispuso el traslado de la plataforma para explotación off shore y la Argentina, en ejercicio de su derecho interno, tomó decisiones que le competen como Estado soberano, se agitó el fantasma de una eventual amenaza bélica por parte de la República Argentina".

Calificó a esa situación como "un ejercicio ridículo, de cinismo". La Presidenta dijo además que "nuestras Fuerzas Armadas participan únicamente en ejercicios conjuntos de paz en Haití, en Chipre, ordenados por la ONU", y subrayó que "no estamos en Afganistán, en Irak; nos oponemos a cualquier tipo de ocupación, a cualquier tipo de violación del derecho internacional".

En ese marco consideró que "creemos que ésta es una de las claves de un mundo cada vez más inseguro, más peligroso, más fragmentado, no ya por disputas ideológicas como las que caracterizaron al siglo XX, sino tal vez por cosas más graves y profundas, como pueden ser religiones o intereses más profundos como el manejo por parte de cada uno de nuestros países del derecho a ejercer el dominio y el usufructo de nuestros recursos naturales renovables y no renovables".

Para Cristina la cuestión de Malvinas "es algo que debe competernos a todos, no sólo a los que estamos aquí porque formamos parte de la región", sino que "es algo que debe interesar al mundo contemporáneo". "Si realmente quienes tienen el poder de sentarse en esos sillones permanentes del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas son los que violan las propias disposiciones que tomamos juntos en la ONU; va a resultar difícil justificar exigencias a otros países sobre el desarme, la actividad nuclear y de respeto a los derechos humanos", indicó la Presidenta ante el plenario de las jefas y jefes de estado y de gobierno.