Jueves, 31 de marzo de 2011 | Hoy
21:59 › JUICIO A LOS REPRESORES DE AUTOMOTORES ORLETTI
El Tribunal Oral Federal 1 condenó a prisión perpetua al ex general Eduardo Rodolfo Cabanillas por hallarlo culpable de cinco homicidios calificados y de la privación ilegítima de la libertad de 29 personas. Los jueces impusieron penas de 25 años de cárcel para los ex agentes de inteligencia Horacio Martínez Ruiz y Eduardo Rufo y de 20 años para Raúl Gulielminetti, ex integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército. Por el centro de detención Automotores Orletti pasaron decenas de sudamericanos víctimas del Plan Cóndor, un mecanismo de coordinación represiva entre las dictaduras de la región.
Automotores Orletti era una vieja casona de dos plantas del barrio de floresta con un frente similar a la fachada de un taller mecánico y fue alquilada por agentes de la SIDE para ser base operativa del denominado Plan Cóndor diseñado por dictaduras latinoamericanas para perseguir a opositores políticos. Hoy es conservado como "sitio recuperado para la memoria".
Por el centro clandestino pasaron argentinos, uruguayos, chilenos, peruanos, bolivianos y cubanos. Entre las 65 víctimas del juicio hay 18 desaparecidas: 10 son argentinas, 3 uruguayas, 2 cubanas, 2 argentinas secuestrados en Bolivia y 1 chilena. Otros 6 argentinos fueron asesinados.
Al cabo de nueve meses de audiencias, el tribunal condenó al general (r) Eduardo Cabanillas, que fue jefe del centro, a prisión perpetua; a 25 años de prisión a los ex agentes de la SIDE Eduardo Rufo y Honorio Martínez Ruiz, y a 20 años de prisión a ex integrante del Batallón 601 de Inteligencia del Ejército Raúl Gulielminetti.
Al jefe militar el tribunal lo encontró "partícipe necesario" penalmente responsable de cinco homicidios, 29 privaciones ilegales de la libertad y otros tantos casos de tormentos; en tanto Rufo y Martinez Ruiz fueron condenados por 65 secuestros y 60 casos de tomentos cada uno. Guglieminetti, alias mayor Guastavino, fue por su parte condenado por 25 secuestros y 21 casos de torturas, en todos los casos agravados por tratarse de ex funcionarios públicos.
De acuerdo a la investigación realizada por le juez federal Daniel Rafecas, que lleva la megacausa del Primer Cuerpo del Ejército, por el centro pasaron unas 300 personas a disposición del organismo de inteligencia. Entre ellas un grupo de ciudadanos uruguayos secuestrados para robarles un botín de 10 millones de dólares, que luego fue repartido entre la SIDE y el grupo de tareas que intervino en el operativo, incluyendo interrogadores del vecino país.
Esta circunstancia explica que esta tarde el juicio fuera retrasmitido en directo por TV desde la embajada argentina en Montevideo y en la sala de audiencia, junto al subsecretario de derechos humanos, Luis Alem, se situara la cónsul general de Uruguay en Argentina, Lilian Alfaro. Por Orletti pasaron, entre otros, el hijo del poeta Juan Gelman, Marcelo Gelman, que apareció asesinado dentro de un tambor de cemento en el canal San Fernando, y su esposa Maria Claudia Iruretagoyena, trasladada a Uruguay para dar a luz a Macarena, la hija de ambos, antes de ser asesinada
La creación de este centro ya había sido decidida a fines de 1975 por el general Otto Paladino, entonces jefe de la SIDE y uno de los fundadores de la Alianza Anticomunista Argentina (Triple A), para que operara la banda de Anibal Gordon, el grupo paraestatal de ultraderecha que luego fue asimilado por la dictadura.
El coronel Rubén Víctor Visuara, fallecido hace apenas un mes y juzgado hasta ese momento, fue el encargado de comisionar al agente Eduardo Ruffo para buscar una "cueva" que funcionó desde el 1 de junio de 1976 y en la jerga represiva se conocía como El Jardín. Otro de los acusados, el comodoro (r) de la Fuerza Aérea Néstor Guillamondegui, fue apartado del juicio en vísperas de su realización por problemas de salud.
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