"Cuando (los mercados) estudien con detalle nuestros presupuestos reaccionarán positivamente. Con las reformas debemos demostrar en las próximas semanas que volveremos a crecer a medio plazo", afirmó De Guindos al periódico Frankfurter Allgemeine Zeitung, donde sólo bastó que dijera "la reforma del servicio público, en especial de la sanidad y la educación, por lo tanto una racionalización de los gastos correspondientes de las comunidades autónomas", para poner en alerta a los partidos de oposición y a los gremios.

Para el referente de Izquierda Unida José Luis Centella, "De Guindos adelanta sus intenciones a un diario alemán, para que no quede duda de dónde se encuentra el punto de referencia de un Gobierno que actúa cada vez más como delegado de la canciller Angela Merkel". Por ello sobre el "extremismo económico con el cual actúa el Partido Popular cada vez que los mercados financieros cuestionan sus medidas anteriores" y exigió que los anuncios no sean concretados.

Por su parte, sobre las próximas reformas que acometerá el gobierno conservador tras la ley de estabilidad presupuestaria, la reforma del sector bancario y del mercado de trabajo y unos presupuestos muy recortados, anunció la mejora del funcionamiento de mercados como el del alquiler de viviendas y la liberalización del comercio inmobiliario. Todo con la meta de reducir en 2012 el déficit público del 8,5 por ciento del PBI hasta el 5,3, tal como lo exige la Unión Europea.

Se prevé que la economía de España tenga un crecimiento negativo del 1,5 por ciento en 2012. El desempleo podría alcanzar los seis millones de personas, un 24 por ciento de la población activa. Las recientes medidas, sin embargo, no convencieron por el momento a los mercados: la Bolsa cayó y la prima de riesgo se disparó. Así y todo, el funcionario enfatizó que su país no pedirá un rescate a la Comisión Europea, tal como lo hicieron Grecia y Portugal.