"Irán no quiere problemas ni confrontaciones con nadie, pero el país continuará decisivamente su camino (nuclear)", insistió el mandatario iraní y reiteró que no pretende fabricar armas atómicas. "Irán está en contra de bombas atómicas y otras armas de destrucción masiva", aseguró Ahmadineyad.

A pocos días de la reunión en Estambul, Israel exigió nuevamente la renuncia al enriquecimiento de uranio, según resaltó el ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, y pidió también que el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) vigile en su totalidad el programa nuclear iraní.

Además, Israel desea que Teherán debe declarar todas las actividades en sectores que pudieran formar parte de un programa militar y el cierre de la instalación nuclear subterránea de Fordo, mantenida mucho tiempo en secreto. "Esas demandas no son racionales", descartó el director de la autoridad de la energía nuclear iraní, Fereydun Abbasi.

Israel no participa en las conversaciones entre Irán y Alemania y los cinco países con poder de veto del Consejo de Seguridad de la ONU (Estados Unidos, Rusia, Francia, Reino Unido y China), que continuarán el viernes y sábado en Estambul. La cúpula iraní propuso recientemente trasladar la sede de reunión a Irak, Siria o China, lo que provocó desavenencias con la vecina Turquía.

Mientras avanzan las negociaciones, Israel amenaza con un ataque militar contra las instalaciones nucleares iraníes, ya que se siente amenazado por el programa atómico y reiteró que en ningún caso permitirá un rearme nuclear iraní.