Servini sostenía que la denuncia de Hebe de Bonafini debía ser investigada por Norberto Oyarbide, el mismo juez que tiene el expediente principal por presunta defraudación en el manejo de fondos de la Misión Sueños Compartidos por parte de Sergio Schoklender. Pero el tribunal no sólo rechazó este planteo de la magistrada, sino también otro de Schoklender para que la causa tramitara ante la Justicia Penal y Contravencional porteña.

"Ni la incompetencia postulada por el incidentista -a favor de la justicia contravencional de la ciudad de Buenos Aires- ni aquélla decidida (por Servini) -a favor del Juzgado Federal n° 5, invocando un supuesto de conexidad subjetiva- resultan, de momento, procedentes, pues si bien la jueza de grado ha ordenado la realización de diversas diligencias probatorias, lo cierto es que no se ha conseguido aún corroborar ninguno de los extremos denunciados", explica el fallo.

Bonafini, a través del abogado de Madres, Eduardo Barcesat, había denunciado en julio pasado amenazas telefónicas y la presencia supuestamente intimidatoria de Sergio Schoklender en bares cercanos a la sede de la entidad defensora de los derechos humanos.