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El hecho ocurrió poco después de la medianoche, cuando los jóvenes se encontraban junto a un grupo de amigos al costado de un paredón ubicado en la intersección de París y Churruca, en un barrio conocido como Villa París de Pablo Podestá, partido de Tres de Febrero.

Las víctimas fueron identificadas como Alexis Bracamonte (16), Lucas Díaz (17) y Fernando Bravo (18), quienes recibieron disparos en el cuerpo y murieron cuando eran trasladados al hospital zonal Carlos Bocalandro, ubicado a unas diez cuadras de donde ocurrieron los hechos.

En declaraciones al canal de noticias TN el padre de Bravo, que se identificó como Julio, aseguró que su hijo conocía al menos "a uno de los atacantes". Relató que "uno de los pibes que estuvo en el auto a la tarde estuvo con mi hijo, eran amigos, conocidos", y agregó que uno de los chicos del grupo de su hijo "tuvo una discusión" con uno de los agresores. "Se amenazaron, fue a buscar ayuda y volvió luego a bordo del auto y tiró al montón", explicó.

El hombre aseguró que la policía "tiene los nombres y donde viven" los agresores. Sostuvo además que creía que el auto utilizado por los asesinos que la policía encontró abandonado fue "robado especialmente" y que los homicidas "ya tenían todo programado lo que iban a hacer".

Según la policía, el automóvil utilizado por los agresores es un Fiat Punto color negro con vidrios polarizados, que luego fue encontrado abandonado a pocas cuadras del lugar del ataque. Al menos dos de sus tres ocupantes habrían disparado con armas de fuego por las ventanillas contra el grupo de jóvenes. Los investigadores creen que el ataque pudo estar originado por un ajuste de cuentas o una pelea por alguna disputa entre dos bandas barriales rivales.

A causa de los balazos un cuarto adolescente sufrió una herida en una de sus piernas por lo que debió ser atendido en el hospital Bocalandro, pero su estado no reviste gravedad.