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Berlusconi, que obtuvo mayor cantidad de senadores electos, fue el primero en aludir a posibles alianzas para garantizar algunas reformas necesarias al pedir a los partidos políticos que "se sacrifiquen" para poder gobernar el país, descartando la posibilidad de convocar a nuevas elecciones. "No creo que sea útil en esta situación", respondió Berlusconi.

Asimismo, Il Cavalieri se limitó a decir que "todos tienen que reflexionar" y que "llevará su tiempo", cuando le consultaron sobre posibles alianzas en el Senado con la centroizquierda para sacar adelante, por ejemplo, una nueva ley electoral.

Por su parte, Bersani aseguró que su coalición de izquierdas está "a favor del cambio y de las reformas" en las instituciones sociales y políticas por lo que adelantó la elaboración de un borrador de agenda de reformas y la presentará al nuevo Parlamento el próximo mes. "Discutamos ahora qué hacer para este país, que tiene problemas muy serios (...) y que no creo que fuera a tolerar una farsa política", apuntó.

En la coalición de centro-izquierda de Bersani hay recelos ante una posible coalición con Berlusconi, mientras el propio líder de la coalición instó a Grillo a explicar qué tipo de país quiere, después de haber arremetido contra todos los políticos del país durante la campaña.

En tanto, Grillo, se mostró dispuesto a impedir la formación de una "gran coalición" entre Bersani y Berlusconi. "Nosotros somos el obstáculo. Con nosotros no podrán (hacer la coalición)", afirmó Grillo en su blog. "Podrán continuar siete, ocho meses, hacer un desastre, pero intentaremos tenerlo bajo control", agregó el cómico.