Brito señaló que el exfuncionario lo llamó para interiorizarse sobre el segundo pedido de detención que recayó sobre él y sostuvo que "no hay ningún motivo para pensar que esté fuera del país". De todas formas, el letrado subrayó que Jaime no se entregará a la Justicia porque hay una apelación en marcha.

"Jaime no está haciendo sino aquello que sus defensores en el proceso que se trata en Buenos Aires le aconsejan realizar", afirmó Brito, y justificó esa conducta en que "cuando un imputado hace aquello que dice su defensor no hace más que ejercer su derecho a la defensa".

Además, Brito consideró que las órdenes de detención dictadas por Bonadio y por el fiscal cordobés, Maximiliano Hairabedian, "no se asientan ni en las pruebas de la causa ni en Derecho" y resaltó que en el caso del juez porteño fue "una sugestiva decisión horas antes de empezar la feria judicial sobre hechos de larga data, ocurridos en 2003".

En ese sentido, el abogado dejó entender que existe alguna intencionalidad extra judicial por parte de Bonadio al comentar que "cuando la política entra por la puerta a tribunales la Justicia huye por la ventana". Brito representa a Jaime en una causa por tentativa de sustracción de pruebas durante un allanamiento y aclaró que si el exfuncionario sigue en rebeldía "no se podrá realizar el juicio" en su contra previsto en Córdoba para el martes 30 de julio.