Sábado, 27 de julio de 2013 | Hoy
18:22 › LA JORNADA MáS SANGRIENTA
Mientras miles de egipcios marchaban ayer a favor y en contra del derrocado presidente Mohamed Mursi, el ministro del Interior del gobierno de transición, Mohamed Ibrahim, advirtió que el campamento que los partidarios de Mursi mantienen alrededor de la mezquita Rabaa al Adawiya sería desmantelado. La represión se hizo efectiva cuando partidarios de Los Hermanos Musulmanes intentaron cortar una autopista cercana a la mezquita. Según los últimos números oficiales, 65 muertos y 269 heridos es el saldo de la acción de las fuerzas de seguridad.
Las versiones son contradictorias sobre lo ocurrido en la madrugada en las proximidades de Rabaa al Adawiya, situada en el distrito de Ciudad Naser. El Ministerio del Interior acusó a la Hermandad de haber disparado perdigones y de intentar bloquear el puente 6 de octubre. Lo que es seguro es que los muertos y los heridos fueron alcanzados por balas de plomo.
A pesar de las pérdidas, Ibrahim insistió con que las fuerzas de seguridad actuarán "en el marco de la ley" intentando que haya "el menor número de pérdidas posible" y pidió a los manifestantes que abandonen la zona de la mezquita "para evitar un derramamiento de sangre".
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