Horacio Cartes sucede en el cargo a Federico Franco y su asunción significará el regreso del Paraguay a esos organismos regionales, como el Mercosur, en el que había sido suspendido desde la destitución de Lugo. El flamante presidente denunció que "es impresionante la cantidad de dinero público que se ha utilizado supuestamente en la lucha contra la pobreza y a favor de pueblos originarios, sin resultados".

Afirmó que no llegó al gobierno para "prolongar fracasos ni defraudar expectativas" y advirtió que "quien desee adueñarse de la cosa pública no contará con la complacencia del jefe de Estado". "El pueblo espera un gran gobierno desde hace mucho tiempo. Y lo haremos posible cuando el dinero público llegue a la gente que vive en la pobreza", enfatizó.

Sostuvo, además, que "la gente no quiere ni pide limosnas; reclama oportunidad" y su gobierno "generará oportunidades para todos". En su discurso destacó la presencia de Fernández de Kirchner y Dilma Rousseff, a quienes calificó como "dos distinguidas damas" y les agradeció "las recientes iniciativas que han tomado para construir relaciones prósperas y positivas" en beneficio de los pueblos.

Paraguay estuvo suspendido del Mercosur desde junio del 2012 y persisten las dudas sobre cuál será su posición luego de manifestar su resistencia a la presencia de Venezuela como miembro pleno, ya que ingresó gracias a que Paraguay estaba suspendido. Hasta entonces Asunción había bloqueado su entrada al grupo.

En su discurso de 27 minutos, Cartes también hizo referencia a la presencia de los presidentes de Chile, Perú, Uruguay, y Taiwán, países con los cuales se mostró decidido a incrementar las relaciones. Desde hoy Cartes es el presidente 49 de Paraguay y gobernará hasta el 15 de agosto del 2018.

Luego, el flamante mandatario almorzó con las delegaciones oficiales que visitaron el Paraguay y fue allí cuando la presidenta Cristina Kirchner le entregó el decreto firmado por el gobierno de Entre Ríos por el cual se dispone la devolución de efectos personales y mobiliario perteneciente al prócer guaraní Francisco Solano López. Esa restitución, dijo la Presidenta, se realiza como "desagravio por la humillación que sufrió el pueblo paraguayo" durante la guerra de la Triple Alianza, en la que intervinieron Brasil, Uruguay y Argentina.