El titular de la AFIP denunció la persecución de la que fue objeto como una "operación de prensa" y un "linchamiento mediático", al tiempo que condenó la agresión denunciada por los periodistas del Grupo Clarín. Al ser consultado por un periodista de Todo Noticias durante la conferencia destinada originalmente a informar acerca de la recaudación tributaria, Echegaray responsabilizó al director Ejecutivo del multimedios, Héctor Magnetto, de haber organizado el acoso periodístico. "Si hubo un hecho de violencia, la rechazo totalmente, y me solidarizo con quienes se vieron afectados", señaló.

El funcionario desestimó las críticas acerca de su su "viaje familiar" a Río de Janeiro, y rechazó de plano las versiones sobre gastos fastuosos. "No es merecedor de una licencia una persona que se dedica a amedrentar, a perseguir a un funcionario", advirtió Echegaray, quien denunció que uno de los periodistas en cuestión "empujaron al menor de mis hijos" contra la vidriera de un negocio aledaño al hotel en donde se hospedó, a pesar de lo cual "contesté las preguntas (de sus perseguidores) y toleré más de lo normal".

También negó que hubiera pagado 990 dólares por cubierto la cena de fin de año, y que haya desalentado los viajes de los argentinos al exterior. Precisamente, y al refutar la supuesta fastuosidad de la cena, Echegaray relató que la comida de Año Nuevo se concretó en un restaurant familiar, cuyos manteles eran de papel y en el cual se servía la cerveza en vasos de plástico.

Por otra parte, reconoció que mantiene "una relación social" con el empresario Jorge Lambiris, padre de una compañera de colegio de su hija, quien también viajó a Río de Janeiro y quien, según la denuncia del multimedios, participó de la presunta agresión pero reiteró que no fue testigo de ningún acto de violencia y que ante la denuncia realizada por el equipo enviado por el Grupo Clarín a Brasil había solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad del aeropuerto carioca.