Viernes, 3 de enero de 2014 | Hoy
Admirada, odiada, condecorada, temida..., se puede decir todo sobre Alice Schwarzer, pero es imposible ignorarla. Periodista, ensayista y editora, junto con Monique Wittig fue una de las iniciadoras del Mouvement pour la libération des femmes (MLF) en París a comienzos de los setenta. Amiga de Simone de Beauvoir, biógrafa de Rommy Schneider y de Marion Döhnoff –la legendaria fundadora del semanario alemán Die Zeit–, en estos cuarenta años del feminismo alemán Alice Schwarzer generó muchos de los debates, recibiendo agresiones y ataques de todo calibre desde los medios hasta la Justicia, y al mismo tiempo admiración por su constancia y tenacidad. Marcó el movimiento feminista con su impronta, su melena castaño claro, su agresividad y su agudeza de pensamiento, su locuacidad insoslayable en las discusiones del movimiento y su polémica presencia en los medios. Es autora de veinte libros de ensayos, entre ellos algunos ya clásicos, como La pequeña diferencia, las grandes consecuencias, sobre la desigualdad de los sexos, y editora de otros tantos, el más reciente Prostitución. Un escándalo alemán, del que habla en exclusiva con Las 12.
Por Esther Andradi
En 1971, fue Alice Schwarzer quien, a la manera de las feministas francesas, logró que la revista Stern publicara en la portada fotos de mujeres famosas bajo el título ¡Nosotras abortamos! Entre ellas figuraban Romy Schneider, Senta Berger, Helke Sander. Y también Alice Schwarzer y su madre, Erika Schilling. Esta acción fue un salto cualitativo en la lucha del movimiento de mujeres contra el parágrafo 218, que prohibía la interrupción del embarazo, y concluiría exitosamente en 1974 con la legalización del aborto en Alemania. “Ni integración ni masculinización de las mujeres: se trata de humanizar los géneros”, escribía en 1975.
En 1977 fundó la revista EMMA, que desde entonces aparece seis veces por año, con una tirada de unos cuarenta mil ejemplares, y logra insertar sus temas en la agenda, le guste o no a la política. La prostitución, la pornografía, el fundamentalismo islámico, el acoso sexual en el trabajo, son los pilares sobre los que se afirma el trabajo publicitario de EMMA. Periodista estrella, hiperactiva, no le teme al ruedo sino que la entusiasma. En 1996 fue condecorada como Caballero (sic) y en 2005 como Oficial de la Cruz al Mérito, la única distinción que otorga Alemania a personas que se destacan por sus logros, ya sea en política, economía, o cultura. Tanta condecoración provocó la ira de las radicales, que la acusaron de participar de los rituales masculinos. Para Alice, que un año antes ya había sido distinguida en París como Caballero de la Legión de Honor –Chevalier dans l’Ordre National de la Légion d’Honneur– era una distinción más en el frondoso árbol de sus premios. Mujer del año en 1997, al coraje civil en 2003, periodista del año en 2005, Premio Heinrich Hein, etc., etc. A sus 71 años, no se detiene. Ahora está a la cabeza de una campaña para la modificación de la ley de prostitución en Alemania. Un llamamiento al más puro estilo Schwarzer: doscientas personalidades del arte, la intelectualidad y la política en la tapa de EMMA, simultáneamente con la edición del libro Prostitución: un escándalo alemán, que reúne a once autoras e investigadoras y ex prostitutas sobre el tema. Y el recorrido por el país con discusiones, conferencias de prensa, presentación del libro y invitaciones a la TV.
La trata de mujeres, juntamente con el tráfico de drogas y el tráfico de órganos, son uno de los negocios ilegales más rentables. Niñas y mujeres de las naciones más pobres para solaz y placer de la opulenta clientela de las naciones de Occidente. ¿Qué se puede hacer?
En los hechos es un escándalo. Alemania es hoy por hoy la plataforma europea para la trata de mujeres y un paraíso para el turismo sexual. Gracias a la coalición de la socialdemocracia con los verdes, es decir, la izquierda, que en 2002 promulgó una ley que liberalizó el mercado de la prostitución. En otras palabras, se desreguló. Supuestamente esta ley debería haber ayudado a las prostitutas, pero en la realidad otorgó más ventajas, ganancias y libertades a los tratantes de mujeres, los proxenetas y a los administradores de burdeles con guantes blancos. Contra eso lucha EMMA desde hace años. Acabamos de lanzar una ofensiva para llamar la atención a la sociedad y lograr el cambio de la ley. EMMA hace un llamamiento a la canciller y al Parlamento que ha sido apoyado con las firmas de renombrados intelectuales, artistas, actores y actrices, así como por organizaciones de mujeres y partidos políticos. Nosotras creemos que esta acción, que también ocupa la portada del actual número de EMMA, va a influir en el debate en Alemania a fin de lograr un cambio de la ley. Necesitamos una ley que proteja a las mujeres en la prostitución y que castigue a sus explotadores.
–Creemos que el modelo sueco es muy bueno y efectivo. Porque va a la raíz del problema: si no hay clientes no hay mercado de mujeres. En EMMA informamos periódicamente sobre esto. El 75 por ciento de los hombres y el 93 por ciento de las mujeres en Suecia están hoy por la abolición de la prostitución. Y gracias a que se castiga a los clientes, la policía y la Justicia también tiene en sus manos la persecución de los proxenetas y tratantes de personas, y a la vez puede apoyar eficazmente a las mujeres que realmente quieren salir de la profesión.
–Algo hay en eso. Tal vez la comparación entre el velo y la pornografía sería aún más certera. Pero ninguno de los dos implica una liberación. Ni el ocultamiento de las mujeres ni tampoco sus desnudos. EMMA informa desde hace décadas concienzudamente sobre la situación de las mujeres en el mundo, también sobre Sudamérica o en naciones islámicas. Sobre estas naciones especialmente. Nosotras creemos que cualquier forma de relativismo cultural es fatal. Los derechos humanos son universales. Y mientras a las mujeres de países dominados y aterrorizados por el islamismo se les obligue a cubrirse, cada velo tiene rastros de sangre. El velo no es un símbolo religioso. En Alemania una de cada dos mujeres musulmanas que se define como estricta creyente, no lleva velo. El velo es un símbolo político. Desde 1979, cuando Jomeini tomó el poder en Irán, se convirtió en la bandera del islamismo, no la del Islam. Nosotras vemos el velo del mundo islámico con la misma mirada crítica que la pornografía o las dietas para adelgazar obligatorias de los países occidentales.
–Las mujeres en Alemania tienen pocos hijos porque la crianza se les hace especialmente difícil. Los padres comienzan recién ahora a participar activamente. Y el padre Estado siempre se hizo el tonto con la situación. Todo esto es una herencia del nazismo. Un niño alemán a menudo tiene apenas media plaza en el kindergarten. O no tiene ninguna. Y los chicos en edad escolar llegan al mediodía a casa y a partir de ese momento están a cargo de sus madres. En esas condiciones, un trabajo regular o el ejercicio de una profesión calificada es casi imposible para las mujeres en Alemania. ¡Esto tiene que cambiar! También el prejuicio de la “madre abandónica”, que está en las cabezas. Las mujeres alemanas tienen una increíble mala conciencia cuando dejan solos a sus niños... aun cuando está comprobado que de esta manera los hijos, al salir de las cuatro paredes de la casa y aprender a manejarse con otras personas, tienen todas las de ganar.
–Tal vez el machismo no esté tan extendido en Alemania como en Argentina. Pero de cualquier manera es más que suficiente. Es un cuento que los hombres en este país comparten el trabajo doméstico o que ellos mismos se encargan de hacerlo. A más tardar, cuando llega el primer hijo, el padre cuando mucho se encarga de llevar la basura al patio. Mientras la madre cambia pañales él hace carrera.
–Eso no es verdad: hay muchas feministas jóvenes. Según el análisis de lectura en 2013 resulta que la revista EMMA, por ejemplo, tiene el porcentaje más alto de lectoras jóvenes. Una de cada tres es menor de 30 años. Y si visitas nuestro sitio web y lees los comentarios, podrías creer que EMMA es una revista juvenil. La única diferencia entre las generaciones es la siguiente: mi generación tuvo que luchar por todo, mientras que nuestras hijas y nietas tienen que atreverse a hacer uso de esas nuevas libertades. Eso significa que las dificultades externas se han reducido, pero los obstáculos en la cabeza son todavía realmente grandes. Unos cuantos miles de años no se cambian en el espacio de dos generaciones.
–Claro que Alemania ha cambiado en los últimos cuarenta años. Y no sólo es mérito propio. Hay muchísimas feministas en todo el país. Claro que soy una figura pública, como periodista y activista. Pero no creas, también sigue habiendo lacerante viento en contra. Sobre todo cuando me pongo incómoda, por ejemplo, cuando hablo sobre la prostitución o la pornografía. Basta echarle una mirada a la penúltima página de EMMA: “Los queridos y queridas colegas”. Ahí se puede leer cada mes el tamaño de las agresiones, sí, el odio debería decir, hacia la feminista independiente Alice Schwarzer.
–Desde el principio EMMA apostó a los ingresos por ventas de la revista, no a la publicidad. Ese cálculo ha dado sus rendimientos. Nosotras somos un pequeño equipo pero se pagan sueldos decentes y no tenemos deudas. Como somos económicamente independientes, también lo somos políticamente. Desde hace 37 años. EMMA aparece cada dos meses. Y diariamente publicamos actualidad a través de EMMA online. Así que estamos total y enteramente presentes.
1940: El régimen nazi implementa 500 burdeles para soldados de la Wehrmacht en los territorios ocupados.
1942: En nombre de la eficiencia del trabajo, Heinrich Himmler instala burdeles en los campos de concentración. Hasta el fin de la dictadura nazi, un total de 35.000 prisioneras estaba a disposición de los ocupantes “privilegiados” de los campos.
1968: La ex RDA prohíbe por ley la prostitución. En 1990, después de la unidad alemana, se vuelve a legalizar.
1990: El Partido Verde alemán organiza el simposio “Oficio: puta”. En las conclusiones se exige que la prostitución sea reconocida como una profesión.
1993: La revista EMMA advierte sobre el crecimiento de la trata de mujeres provenientes del este de Europa.
1999: Suecia proclama la ley de castigo por la compra de servicios sexuales y al mismo tiempo deja de criminalizar a las prostitutas.
2000: Holanda legaliza totalmente la prostitución. Se levantan las prohibiciones a los burdeles.
2002: Se libera el ejercicio de la prostitución en Alemania. Las prostitutas tienen derecho a un seguro de salud y jubilación.
2004: Polonia, la República Checa y Lituania ingresan a la Unión Europea. El producto “mujer” fluye hacia Europa Occidental, sobre todo a Alemania.
2007: Rumania y Bulgaria ingresan a la UE. En las grandes ciudades alemanas, el 90 por ciento de las prostitutas proviene de esos países, los más pobres de Europa.
2009: El modelo Flatrate (tarifa plana) en los burdeles de Alemania se convierte en un escándalo. Tres grandes burdeles de Berlín, Stuttgart y Wuppertal instalan un nuevo modelo. Por tarifa plana un cliente puede utilizar durante todo el día a todas las mujeres de un establecimiento. Voces de la ciudadanía y la política exigen una prohibición del modelo. Prohibición que, sin embargo, es imposible según la ley actual.
“El sindicato ver.di de Alemania, que agrupa todas las ramas de servicios, en una amplia gama que va desde la asociación de escritores y escritoras hasta las agrupaciones gremiales de la prostitución, estima que los ingresos anuales en concepto de trata de mujeres y prostitución alcanzaría la cifra de unos 14,5 mil millones de euros en el país. Con una ganancia a menudo de más del mil por ciento.
Hablamos de prostitución como fenómeno de masas, no como una excepción. Se calculan entre 400 mil y un millón las mujeres que ejercen la prostitución en Alemania. Si tomamos el promedio, digamos 700 mil mujeres, y suponemos que una prostituta tiene a lo largo del año por lo menos 40 clientes diferentes (algunas cinco clientes permanentes, otras más de cien clientes ocasionales) supone que por lo menos uno de cada dos alemanes va ocasional o regularmente con prostitutas.
La realidad de la mayoría de las prostitutas en Alemania es la siguiente: alrededor del 90 por ciento proviene de las naciones empobrecidas del Este europeo y de Africa. Niñas y mujeres seducidas por el dorado de Occidente, arrancadas con violencia por los tratantes o entregadas por sus familias sin escrúpulos. Apenas conocen el idioma e ignoran totalmente sus derechos. Pero también la minoría de prostitutas alemanas llega a la vejez en extrema pobreza.”
De: Prostitución. Un escándalo alemán. Cómo nos convertimos en el paraíso de tratantes de mujeres. Ed. Alice Schwarzer y ensayos de once autoras.
Este llamamiento, encabezado por 90 personalidades del arte, la intelectualidad y la política, ha recibido en menos de un mes el apoyo de diez mil firmas y se convirtió en la campaña más exitosa de la historia de EMMA: www.emma.de
¿Es la prostitución la profesión más antigua del mundo? ¿Es un trabajo como cualquier otro? ¿Prostitución habrá siempre, es una utopía pensar en erradicarla? Falso. La abolición de la esclavitud era considerada también una utopía hasta no hace mucho tiempo. Y aunque la esclavitud no ha desaparecido totalmente en el mundo de hoy, sería impensable que un Estado democrático la tolerase o inclusive la propagase.
Y sin embargo eso es lo que hace Alemania con la prostitución: tolera, incluso promueve esta esclavitud moderna. La reforma de la ley de prostitución en 2002, que supuestamente tenía que beneficiar aproximadamente a las 700.000 mujeres en ejercicio de la prostitución tiene el sello de los tratantes de mujeres y sus lobbistas. Desde entonces Alemania se ha convertido en la plataforma para la trata en Europa y en el paraíso para el turismo sexual de las naciones vecinas. Un modelo alemán muy particular. Hasta los holandeses están retrocediendo. Hace años que los países escandinavos implantaron la proscripción y multa para los clientes. Y Francia e Irlanda están en el camino de hacer lo mismo.
En todo el mundo la trata de mujeres, que no se puede separar de la prostitución, es, junto al tráfico de armas y de drogas, el negocio con mayor porcentaje de ganancia (mas del mil por ciento). Pero esa ganancia no es para las mujeres. Incluso para la minoría que representan las prostitutas de origen alemán, muchas de ellas víctimas de violencia sexual en su niñez, más del 90 por ciento llega a la vejez en la pobreza. Ni hablar de las extranjeras que vienen de la pobreza y de la prostitución forzada.
El sistema de la prostitución es explotación, y al mismo tiempo prolongación de la desigualdad tradicional entre hombres y mujeres (y entre naciones y continentes). El sistema de la prostitución degrada a las mujeres que venden su sexo y ensombrece la igualdad de los sexos. El sistema de la prostitución embrutece el deseo y viola la dignidad humana de hombres y mujeres, también de la llamada prostitución voluntaria.
Por eso exigimos a la política y a la sociedad:
Un cambio de la legislación que ponga coto lo más pronto posible a la desregulación de la trata de mujeres y la prostitución, y proteja a las mujeres y a la minoría de hombres que ejercen la prostitución.
Prevención en Alemania y en los países de trata de mujeres y niñas, y ayudar efectivamente a las mujeres a salir de la prostitución. Y proteger el derecho a residencia y evitar la expulsión del país a las extranjeras que testimonian.
Instruir sobre las consecuencias de la trata de mujeres desde la escuela.
Proscripción, y cuando sea necesario, multa para los clientes, es decir para los compradores de sexo, sin los cuales no existiría prostitución.
Medidas a corto plazo para encauzar la prostitución, y que a la larga logren la eliminación de la prostitución.
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