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El anuncio fue hecho por el jefe de gabinete, Jorge Capitanich, quien calificó esta decisión como un "logro de la política sanitaria" iniciada hace una década y precisó que "desde el 2007 no hay tétanos neonatal por la campaña de vacunación de embarazadas". Enfatizó que "bajaron de 70 a 9 los casos de fallecidos por tos convulsa" y que este dato convierte a Argentina en "líder en América latina" con 16 vacunas obligatorias y gratuitas.

El titular de la cartera sanitaria, Juan Manzur, explicó que "la presidenta de la Nación (Cristina Kirchner) nos encomendó a fines de 2011 que comenzáramos a vacunar a las mamás embarazadas con esta vacuna, y así logramos reducir las muertes por 'coqueluche' en niños menores de un año en un 87 por ciento, por eso ahora que hemos demostrado la eficacia de esta vacunación, incorporamos a las embarazadas en forma obligatoria y totalmente gratuita".

"En los últimos cuatro años, la Argentina ha sido pionera en la inclusión del binomio madre-hijo en las estrategias de prevención primaria a través de las vacunas", aseguró el funcionario y señaló que "la vacunación de la embarazada ha demostrado un gran impacto sanitario, tanto en la salud de la mujer como de las criaturas, especialmente durante su primer año de vida, que es sin dudas el período de mayor vulnerabilidad de los más chiquitos".

En octubre de 2011 se comenzó a inmunizar con vacuna triple acelular a mujeres embarazadas y esta decisión tuvo un fuerte impacto en el descenso de muertes infantiles por tos convulsa. La cifra de fallecidos por esta causa se redujo de 76 niños en 2011 a 32 niños en 2012.

Los datos preliminares de 2013 señalan que esta tendencia siguió decreciendo ya que se reportaron 10 niños muertos por tos convulsa. Esto significa un 87 por ciento de disminución de la mortalidad en lactantes menores de un año.