Viernes, 22 de agosto de 2014 | Hoy
14:44 › "DIERON INFORMACIóN SOBRE LA UBICACIóN DE LOS TúNELES"
Horas después de que tres jefes de la organización palestina fueran asesinados por la inteligencia israelí, la milicia ejecutó frente a una mezquita a siete presuntos colaboracionistas condenados como tales por "tribunales revolucionarios". Antes, otros once habían sido asesinados en una comisaría, acusados por "traición".
"Estaban del lado de Israel, dieron información sobre la ubicación de los túneles y bombas trampa para los tanques, así como información sobre los hogares de los luchadores, del lugar desde donde lanzamos los cohetes", explicaron las brigadas en las redes sociales, publicadas por el sitio web de la cadena Al Majd.
"El resultado de estas colaboraciones es la muerte de miles de personas en Gaza", argumentaron desde el diario que, en su artículo principal, destacó que "la resistencia ha reforzado su lucha en el terreno contra los colaboracionistas".
Según la publicación, los responsables de la seguridad de la Franja proseguirán con los "ajusticiamientos" que dicten "los tribunales revolucionarios". Los combates contra el Ejército israelí se reanudaron el pasado martes después de que ambas partes se acusaran de romper un alto el fuego de seis días que había permitido negociaciones, mediadas por Egipto, para hallar una salida al conflicto.
Desde entonces, las milicias palestinas, lanzaron más de un centenar de cohetes -sin causar víctimas- e Israel eliminó a tres altos mandos de Hamas, mostrando los alcances de la inteligencia israelí.
El miércoles atentaron contra la casa de Mohamad al Deif, el líder de las "Brigadas Azedim al Qasam", brazo armado del movimiento islamista, que al parecer sobrevivió aunque su esposa, su bebé de siete meses, Alí, y al menos otras tres personas, murieron en el ataque.
Ayer, en un bombardeo similar en la ciudad meridional de Rafah, murieron, junto a otras cinco personas, Muhamad Abu Shamala, Raed al-Attar, Mohamad Barhum, tres de los principales comandantes de la milicia en el sur.
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, celebró el asesinato de los tres líderes al elogiar la "inteligencia superior" del servicio de seguridad Shin Bet y la "ejecución precisa" del ataque del ejército. Hamas clamó venganza y aseguró que este tipo de acciones "lo único que hacen es fortalecer la determinación a seguir luchando".
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