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La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) anunció ayer que ofreció un aumento salarial de 15 por ciento y un bono de fin de año de 2000 pesos, que se suma al incremento de 20 por ciento acordado para el período abril-septiembre, el cual también había contemplado dos sumas fijas no remunerativas de 1000 pesos en marzo y mayo. “Esto completaría un incremento de 38 por ciento anual para el convenio mercantil”, aseguró el presidente de CAME, Osvaldo Cornide. La Confederación General Empresaria de la República Argentina (Cgera), en cambio, advirtió que no está en condiciones de afrontar un bono debido a la delicada situación económica que atraviesan las pymes. La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, también se mostró cautelosa frente a la posibilidad de otorgar algún tipo de recomposición salarial.

“Las empresas no tenemos ninguna injerencia en la discusión que se debe dar entre las entidades que representan a los trabajadores y el Estado. Sin embargo y ante los rumores, queremos alertar sobre la delicada situación que atraviesan las pymes argentinas”, advirtió Marcelo Fernández, presidente de Cgera. “Las pymes están peleando por mantenerse y conservar los puestos de trabajo, en este contexto negativo no podrán asumir ningún costo extra”, advirtió. Asimismo, Fernández afirmó que ante la posibilidad de que se implemente un bono adicional a fin de año, Cgera le propondrá al Gobierno que dicha suma pueda ser descontada “a cuenta de cargas sociales para el próximo mes y de esta manera, el Estado y las pymes harán un esfuerzo compartido”.

“No nos vamos a comprometer en nada que no podamos pagar”, indicó ayer la gobernadora de la provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal al referirse a la posibilidad de ofrecer un adicional para los trabajadores estatales. “Todavía no hay nada anunciado en concreto por parte del gobierno nacional y vamos a esperar cómo avanzan”, expresó la mandataria provincial. Cualquier mejora salarial, sostuvo Vidal, estará sujeta a la disponibilidad de recursos: “Cualquier compromiso que tomemos vamos a tener la seguridad de poder cumplirlo”, lanzó.

Por su parte, el jefe de Gabinete, Marcos Peña, dijo que el pago de un bono a fin de año “se conversa en esta mesa de diálogo que tenemos con la CGT”, pero advirtió que todavía resta realizar una ronda de consulta “con los gobiernos provinciales, los municipios y el sector privado”. “Tenemos un proceso económico que fue difícil este año: se restringió el consumo y se resintió el salario real, pero también es cierto que hoy lo estamos recuperando mes a mes porque la paritaria hoy está corriendo un punto y medio por encima de la inflación, lo cual nos hace pensar que estamos más cerca de la recuperación del consumo”, agregó Peña.

Los datos de Cifra, el centro de estudios de la CTA, muestran una realidad muy diferente de la supuesta recuperación mencionada por Peña. Según el organismo, la devaluación, la quita de retenciones y la suba de las tarifas provocaron el nivel de inflación más significativo desde las hiperinflaciones de 1989-1990, superando el 46 por ciento interanual en julio. A pesar de la caída en agosto y de una eventual desaceleración en los meses que restan del año, la inflación anual se ubicará en torno al 43 por ciento. Así, los investigadores estimaron que el salario real anual caerá en torno al 7 por ciento en el año para el caso de los trabajadores registrados.

Frente a ese escenario otros funcionarios como el ministro de Interior y Obras Públicas, Rogelio Frigerio, postergan las mejoras para el año próximo. “El año que viene el país va a volver a crecer después de cinco años de estancamiento. Por lo tanto, el poder de compra de los trabajadores va a mejorar. Nuestro desafío es que la Argentina pueda crecer de manera sostenible”, lanzó Frigerio.