El Directorio del Banco Central aprobó una flexibilización al régimen de casas, agencias y oficinas de cambio, con la justificación de eliminar “restricciones innecesarias en el actual contexto de libertad cambiaria". La nueva normativa rebaja los requisitos para abrir esas entidades y permite a los bancos ser propietarios de agencias, en paralelo a su actividad.

Las entidades bancarias podrán operar en el segmento como actividad complementaria, a través de una empresa controlada. "A partir de ahora, un banco podrá ser dueño de una casa de cambio, algo prohibido hasta el presente, más allá de la actividad cambiaria que desarrolle en su condición de banco", explicó un comunicado del BCRA.

La reforma habilita también a abrir casas de cambio en hoteles, agencias de turismo, empresas de alquiler de vehículos, restaurantes y comercios. Allí no existirá ninguna restricción en los horarios de atención al público para hacer operaciones.

A esto se suma una reducción en los requerimientos de garantías y capitales mínimos para operar en el mercado cambiario, además de que solo será necesario pedir autorización al Banco Central para iniciar la actividad, pero no para abrir nuevas sucursales.

La autoridad monetaria explicó que la reforma tiene como objetivo “dotar de mayor competencia al sector cambiario, migrar operaciones del sector informal al sector formal y ampliar la disponibilidad de ’ventanillas’”.